viernes, 21 de agosto de 2009

Envío 5º Visita a Tunibamba

FUNDACIÓN PUEBLO INDIO DEL ECUADOR

Constituida por Mons. Leonidas Proaño

fpie@fundacionpuebloindio.org

CELEBRAMOS el XX ANIVERSARIO de la Pascua de Mons. PROAÑO

“VISITA DE MONS. LEONIDAS PROAÑO A TUNIBAMBA Y MENSAJES[1]

En vista de que la Comuna estaba muy débil en la lucha para la recuperación de la tierra comunitaria, creo que algunos pensaron: “estamos haciendo mal en contra de Dios”. Esta es la razón la cual, como Presidente de la Comuna y de acuerdo a la resolución tomada por los miembros del Cabildo y ciertos comuneros, invitamos a Mons. Proaño para que con su palabra nos ayude levantar la unidad de nuestra comuna por la justa causa.[2]

El 27 de junio de 1987, justamente en la fiesta del Inti Raimi[3], hombres, mujeres, niños y jóvenes de la Comunidad nos concentramos para recibir y celebrar la Santa Misa en la Capilla.

Monseñor Leonidas Proaño, como Presidente de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, visitó a la comuna Tunibamba y nos dijo:

‘Con todo cariño les manifiesto que también yo estoy contento de poder estar en medio de ustedes. Como ya me había comprometido con Rafael Pérez para apoyarles en la lucha visitando a la comunidad, él me buscó otra vez cuando estuve en Ibarra, conversamos y me pidió que me pusiera en contacto con la Señora viuda de Jaramillo, que escribiera al CONADE, al Vicepresidente de la República. Por mi parte puedo decirles que he cumplido con esos compromisos que hice en esa ocasión, escribiendo a la Señora Virginia viuda de Jaramillo, escribiendo también al señor Vicepresidente de la República, presidente del CONADE, a fin de interesarle en que acelere pronto el informe favorable al pedido de ustedes desde la comunidad de Tunibamba en relación con la Tierra´ Eso dijo al inicio.

La visita de Monseñor Leonidas Proaño, nos fortaleció a todos en la Comuna para continuar valientemente en la lucha por la recuperación de la tierra comunitaria. Taita[4] Proaño nos dijo: “porque comprendo perfectamente que están viviendo en la pobreza, y que tienen derecho entonces a salir de esa situación de pobreza por medio de su propio trabajo, trabajo que dignifica al hombre”.

Monseñor pidió a Pachakamak, creador de la Tierra, para que nuestra comuna logre conseguir la tierra comunitaria y vivamos en comunidad, dijo así:

‘Señor Dios y Padre bondadoso, Padre especialmente de los pobres, en este día en que nos hemos congregado, te pedimos, Señor, que mires con misericordia a la comunidad de Tunibamba, a todas sus familias. Que veas que estamos pobres, que necesitamos la Tierra, que necesitamos estar bien unidos. Padre, te pedimos que nos des la gracias, la fuerza para seguir trabajando por la conquista de la Tierra de manera justa y también para que nos mantengamos siempre unidos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén´.

Al notar que la Comuna estaba desunida nos llamó la atención para que volvamos a buscar la unión de la COMUNA TUNIBAMBA con estas palabras:

`Nuestro Señor Jesucristo dice que hay que poner en práctica sus enseñanzas. En una comunidad indígena, fácilmente puede meterse el espíritu de división. Por ejemplo, cuando se les convoca a una minga (trabajo comunitario para obra común o particular de algún miembro de la comunidad) dicen ‘no tengo tiempo, yo también tengo que trabajar en mi tierra, no voy.’ Y no va. Cuando se trata de contribuir con alguna cosita de dinero para una gran necesidad de la comunidad dice ‘qué haciendo he de dar yo mi plata, con mi trabajo la he ganado, no voy a dar nada’ y luego empieza también a murmurar, a sembrar mal espíritu entre otros: hablando mal contra el presidente de la comuna, hablado mal contra los dirigentes, contra otras personas, y sin embargo, él también hace oración, él también reza, él también dice que es católico, que es religioso. ¿Qué dicen ustedes? ¿Le gustará a Nuestro Señor, que le rece mientras está haciendo esa tarea de división en la comunidad? Cuando está invitando a otros también que no vaya, diciéndoles que no sean tontos, que ¿a qué van a trabajar? ¿Estará bien hacer esa división en la comunidad? ¿Aceptará Taita Dios los rezos que le haga?´. Nos dijo.

Los comuneros respondieron: `CLARO QUE ESO NO ESTÁ BIEN´

En lo que se refiere a la unidad de la comuna, Monseñor nos dijo: `Tienen que procurar la unión entre todos, eso es poner en práctica la Palabra de Dios, porque Nuestro Señor Jesucristo nos dice ‘ámense unos a otros como yo los amo’; ámense, estén unidos. Les pregunto ¿podré trabajar con el azadón con este dedito? no ¿Con estos docitos? tampoco. ¿Con estos trecitos? tampoco… ¿Y con la mano completa? ¿Y con las dos manos? mejor,… claro que es mejor tener las dos manos completas para coger el azadón. Eso significa que así debemos estar unidos. Inclusive, hay que enseñar a los wambritos[5], a los wawas[6], a hacer también la minga juntos, así como el dedito wawa también trabaja. Así entonces, tiene que ser la UNIDAD en la comunidad. Tienen que estar unidos todos para salir de la pobreza, para salir de la miseria, y sobre todo, para poder amar a Dios y así conseguir la Salvación´.

Luego añadió: `…Con el ejemplo de la comuna de Tunibamba, todas las comunidades indígenas del país tienen que hacer una organización grande para lograr conseguir muchas cosas para el adelanto de ustedes mismos … A partir de la unidad de cada comunidad, a partir de la unión de la comunidad de Tunibamba por ejemplo, hay que pensar en la unión de todas las comunidades del cantón Cotacachi; hay que pensar en la unidad de todas las comunidades de todos los cantones de la provincia de Imbabura; y, hay que pensar en la unidad de todos los indígenas del Ecuador para hacer una organización grande. Así pues, con una organización grande a nivel nacional, todos unidos se puede conseguir mucho para el adelanto de los mismos indígenas; y todo esto naciendo de la Palabra de Dios que nos dice ‘ámense unos a otros’. Todos los que seamos discípulos de Jesús, tenemos que aprender a amarnos unos a otros, a estar estrechamente unidos. Si queremos ser discípulos de Nuestro Señor Jesucristo, entonces tenemos que estar unidos, bien organizados, así como he dicho a nivel de la comunidad, a nivel del cantón, a nivel de la provincia, a nivel del País, es urgente ir caminando hacia esa organización nacional, grande del pueblo indígena´.

Nos dijo también que tenemos que aprender a vencer todas las dificultades: `Por eso les hago la reflexión a propósito de la Palabra de Dios: hay que poner en práctica la Palabra que escuchamos para poder decir que somos discípulos de Jesús y así las tempestades, los sufrimientos, las luchas, nos van a tumbar; al contrario, nos van a fortalecer más´. Taita Proaño nos hizo entender; nos escuchó y nos hizo comprometernos para no caer en la tentación de dejar –por traición– nuestra lucha.

Como recomendaciones finales nos hizo entender cómo mantener la unidad de la comuna, en sus palabras nos dijo: `Les vuelvo a pedir que se mantengan bien unidos. Que los que quizá estaban queriendo separarse, vuelvan a unirse con cariños, con amor a los propios hermanos. Una comunidad bien unida es una fuerza ya más fuerza todavía cuando la organización es más grande. Confío que se unan cada vez más fuertemente como organización; que no se dejen dividir por ninguna fuerza extraña, para caminar así con toda valentía y con toda seguridad hacia la constitución del pueblo indígena en el Ecuador. ¡Sueño que este pueblo indígena esté organizado, suficientemente organizado y con objetivos bien concretos, para que puedan hacer respetar sus derechos!´ Con estas palabras finalizó la visita nuestro querido Monseñor Leonidas Proaño a nuestra Comuna”.


[1] Rafael Pérez, “Tierra de Tunibamba por fin eres nuestra” página

[2] Es decir, para que ayudara a impulsar la unidad de la Comuna y a elevar su nivel de implicación al clarificar desde su punto de vista, teológico, cultural y social, la justicia de la causa

[3] Fiesta ancestral que se celebra en el solsticio de verano, en honor del sol

[4] Vocablo kichwa, que significa Padre, papá.

[5] Vocablo kichwa que quiere decir jovencito

[6] Vocablo kichwa que significa niño tierno

Envío 4º PREPARACIÓN PARA DIRIGIR LA COMUNA POR PARTE DE MONSEÑOR LEONIDA PROAÑO

FUNDACIÓN PUEBLO INDIO DEL ECUADOR
Constituida por Mons. Leonidas Proaño
fpie@fundacionpuebloindio.org
CELEBRAMOS el XX ANIVERSARIO de la Pascua de Mons. PROAÑO

(Algo de actualidad)

Siempre con una sonrisa, una mirada inteligente, una voz pausada como que madura las palabras, es Rafael Pérez, el luchador por la tierra comunitaria de la Comunidad de Tunibamba que hace poco publicó un libro-testimonio de esa lucha que se libró en muchos campos, especialmente en el “campo ajeno” de las Leyes ecuatorianas y sobre todo en los tribunales que favorecían a los poderosos.
Esta lucha que la llevó a cabo con una gran parte de los comuneros de Tunibamba, tuvo éxito y la comuna pudo tener sus tierras comunitarias. Tierras fértiles, con una vertiente que nace en el mismo terreno y que permitió construir tanques de reserva de agua y acequias para conducir el riego. Tierras que permitieron a la comunidad una gran producción de cereales y leguminosas, de frutales y hortalizas. Se podía decir que estábamos en el paraíso terrenal.
Aunque todos no participaron en la lucha, Rafael, fiel a los principios rectores de la cultura indígena hizo todo lo posible hasta que toda la comunidad sea beneficiaria de la tierra, superando divisiones y problemas internos.
Ahora, cuando gracias al trabajo comunitario, la tierra ya está libre de deudas un movimiento al interior de la comunidad está propiciando la división de la tierra comunitaria. Rafael sigue con su lucha permanente al interior de la comunidad para evitar esta fragmentación que solo traería un nuevo empobrecimiento. La comunidad está siendo engañada por traficantes de tierra que quisieran ver ampliados sus linderos con nuevas y productivas tierras y los comuneros quedarían sumidos nuevamente en el “huasipungo” (pequeña porción de tierra) que no les permitiría vivir.
Los que llevan esta posición por el reparto de la tierra han llegado al extremo de golpear físicamente a Rafael con la amenaza de expulsarlo de la comunidad. Rafael continúa firme.
A continuación entregamos el primer extracto de su libro “Tierra comunitaria de Tunibamba, por fin eres nuestra”, en el que da cuenta de quién fue el que encendió en su corazón esta llama inextinguible…

TIERRA COMUNITARIA DE TUNIBAMBA POR FIN ERES NUESTRA
Rafael Pérez Anrango

8. PREPARACIÓN PARA DIRIGIR LA COMUNA POR PARTE DE
MONSEÑOR LEONIDA PROAÑO (págs. 99 – 101)

A fines del mes de noviembre de 1985, se realizó un curso de capacitación para dirigentes indígenas del país en el Hogar Santa Cruz de la ciudad de Riobamba, provincia de Chimborazo. El curso fue organizado y dirigido por Monseñor Leonidas Proaño, obispo de los pueblos indígenas. Gracias al compañero Alberto Lima, presidente de la UNORCAC en ese entonces, pude participar en el curso de capacitación como representante. Yo había sido elegido Síndico en la Comuna.
En ese curso se me despertó la conciencia (Dice textualmente Rafael: “en ese curso mi hecho la conciencia”) porque fui con mi corazón lleno de sentimiento de angustia y llegué a comprometerme con toda mi voluntad, como pobre y por amor hacia los pobres. Mi conciencia se transformó, sentí mucha preocupación sobre el trámite por la recuperación de la Tierra Comunitaria, y, a través de las palabras llenas de sabiduría de Monseñor Leonidas Proaño, me comprometí a luchar por los derechos comunitarios, causa justa de los pobres hacia la liberación, para que las Tierras de nuestros padres pasen a favor de nuestra comuna Tunibamba de Bella Vista.
Monseñor nos llamó la atención con sabias enseñanzas y nos decía: “Hay que luchar por la recuperación de las Tierras, para mantener la tierra comunitaria, para que tengan el derecho a trabajar todos los comuneros en su propia Madre Tierra. Sin tierra no habrá cómo mantener la identidad cultural comunitaria, es importante para salvarnos como pueblo indígena y para salir a la liberación. Manteniendo la relación con la Madre Tierra, nos relacionamos con Dios Pachakamak, y nos relacionamos con los demás hombres, de allí nace la organización comunitaria, esa es nuestra cultura indígena” Eso entendí. Estas palabras me motivaron y me despertaron la conciencia oscura que había tenido. En el curso con Monseñor Proaño me di cuenta de que nada había hecho entonces en calidad de síndico de la Comuna, por la recuperación de la tierra comunitaria.
Monseñor Proaño me hizo tomar conciencia de que como pueblos indígenas debemos mantener la identidad a través de la tierra comunitaria y el derecho a la tierra. En sus palabras nos hizo ve que en la cultura existen tres relaciones fundamentales para mantener nuestra propia identidad:
1. Relación con la Madre Tierra,
2. Relación con Dios, Pachakamak y
3. Relación con los demás hombres (Organización)
Para comprometerme en la lucha por la recuperación de la tierra comunitaria la presencia y pensamiento de Monseñor Leonidas Proaño fue para mí, decisiva, porque al final del curso a todos los dirigentes participantes nos envió a nuestras organizaciones comunitarias, con la misión de poner en la práctica lo reflexionado, mediante enseñanzas como educadores comunitarios. Todos nos comprometimos a seguir con la concientización sobre la organización; a luchar por la causa común de la defensa de la Madre Tierra; todos reclamando y defendiendo nuestros derechos como pueblos. Luego Monseñor Proaño nos hizo comprometer a cada uno de los dirigentes a que entreguemos un informe de trabajo “como hemos trabajado en cada organización” y a volver a una nueva capacitacion.
Ante Mons. Leonidas Proaño me comprometí voluntariamente para investigar en qué estado se encontraba el trámite del juicio d afectación de la hacienda Tunibamba que había quedado abandonado.
Mi compromiso fue con el objetivo no solo de realizar la investigación, -a lo mejor para dar a conocer a la comuna el estado de los trámites-, sino sobre todo para reiniciar la lucha y llegar hasta el final en la recuperación de la Tierra Comunitaria de Tunibamba; fortaleciendo y defendiendo los objetivos iniciales de palucha por la tierra, que habíamos planteado como comunidad mediante resoluciones y juramentados ante el Comisario Nacional, como quedó anotado.
Al regreso del curso, al pasito en Quito, entré a averigua a la Compañera Edith Rosales sobre el trámite. Quería saber en qué estado se había suspendido y qué pasos había que dar para lograr recuperar la Tierra Comunitaria. Ella me recibió con todo corazón y estuvo dispuesta a apoyarnos a la comuna. Lamentó que José María Morán había abandonado el juicio en medio camino.
Al llegar, rápidamente informé a la Comuna para analizar y buscar alternativas para la lucha mediante toma de resoluciones en nuestra asamblea comunitaria.

(CONTINUARÁ…)

Envío 3º La Iglesia y la Política II

3. La verdadera posición de la iglesia

Hay necesidad de un verdadero desmenuzamiento para buscar el acierto en este escabroso tema. Por esta razón, voy a ir distinguiendo la posición de la iglesia en general y la posición de los hombres que formamos parte de esta iglesia. Empiezo por buscar cuál debe ser la posición de la iglesia en general.
La iglesia ha recibido de su fundador la misión de predicar el evangelio, esto es, de proclamar la buena nueva de salvación a todos los hombres. Este simple recuerdo nos hace ver claramente que la iglesia no puede comprometerse con una ideología. Aun en el caso que una ideología política se hubiese inspirado en la doctrina del evangelio, siempre entran muchos elementos humanos, sea en la elección de principios, sea en la elección de medios y de tácticas. Así puede darse el caso de que dos o más partidos políticos hayan buscado inspiración en el evangelio y sin embargo se muestren diferentes y hasta opuestos en determinados principios, en el uso de determinados medios y en la utilización de diversas tácticas. Lo firme es Cristo. El evangelio nos ha sido dado para que el hombre encuentre a Cristo. La misión de la iglesia es mostrar a este Cristo que no se ha comprometido con ninguna corriente política. La iglesia debe tener una libertad tal que pueda señalar errores y denunciar injusticias en donde quiera que se produzcan. Desde este punto de vista, tiene vigencia permanente el principio de que la iglesia debe permanecer por encima y fuera de todo partido político.
Además, si la iglesia en general se aliara con un partido político, por ese mismo hecho se incapacitaría para predicar el evangelio a todos los hombres.
Quede, entonces, muy claro que la iglesia en general no puede abanderizarse por un partido político y que debe ser, en consecuencia, muy celosa de su independencia. No quiere decir esto, como lo ha proclamado el liberalismo, que a la iglesia únicamente le corresponde tratar de los asuntos espirituales. El texto citado antes del concilio nos demuestra claramente que la iglesia debe interesarse por todos los problemas que atañen al hombre.

4. La liberación

Después del concilio Vaticano II y, en América latina, después de la II Conferencia general de Medellín, frente a actitudes consecuentes con los documentos emitidos, hay mucha gente que acusa y dice que el obispo y el sacerdote están llamados a trabajar por los ricos y por los pobres. ¿Por qué -se dice- obispos y sacerdotes están dando preferencia a los pobres? ¿Acaso los ricos no tienen que ser también salvados? ¿Acaso los ricos no son más pobres que los pobres desde este punto de vista?
La respuesta a estas quejas y acusaciones se encuentran en el evangelio. Leamos este pasaje:

Entonces Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. En el día de descanso, entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron el libro del profeta Isaías; y cuando lo abrió, encontró el lugar donde estaba escrito así: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para dar buenas noticias a los pobres; me ha mandado para sanar a los afligidos de corazón, para anunciar la liberación a los oprimidos y dar vista a los ciegos; para poner en libertad a los maltratados; para anunciar el tiempo favorable del Señor". Entonces Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Como todos los que estaban en la sinagoga le seguían mirando, él comenzó a hablar y dijo: Hoy mismo se ha cumplido esta escritura delante de vosotros (Lc 4, 16-21).

Este y otros textos del evangelio nos indican que Cristo optó por los pobres. La iglesia, continuadora de la misión de Cristo, está constituida por los pobres. Por esta razón, ya no se admite la expresión "la iglesia de los pobres", sino que se habla de la iglesia pobre. Esta es la iglesia de Cristo.
En relación con los ricos, esto quiere decir que los pobres están llamados a evangelizar a los ricos. ¿Cómo? La respuesta es difícil, porque los ricos no aceptan a los pobres, porque los ricos no quieren reunirse con los pobres, porque los ricos se creen más cristianos que los pobres, porque los ricos utilizan el evangelio y a la misma iglesia para mantenerse en su situación de privilegiados de la fortuna.
Entonces ¿cómo podrán ser evangelizados y cómo podrán salvarse los ricos? Me parece que hay un solo camino y es el de que los ricos se vuelvan pobres.
Cuando Jesús se encontró con Zaqueo y Zaqueo descubrió en Jesús al salvador, se operó una conversión: este hombre rico resolvió hacerse pobre, devolver todo lo que había robado y repartir la mayor parte de sus riquezas entre los pobres.
En conclusión, la liberación traída por Cristo y la buena nueva proclamada por él son para los pobres, para los oprimidos. Esta es opción absolutamente necesaria para la iglesia. Desde este punto de vista, esta opción por los pobres es opción política. No se puede servir a dos señores, porque o se está con el primero en contra del segundo o se está con el segundo en contra del primero. Así habla el evangelio. Esta es la política de Cristo.

5. El sacerdote y la política

Lo dicho en relación con la posición de la iglesia se aplica naturalmente al sacerdote frente a la política. Pero el hecho es que, como ya lo recordé, hay sacerdotes que actualmente se enrolan en movimientos concretos de liberación, inclusive en acciones guerrilleras. ¿Qué pensar de todo esto?
El sacerdote es un hombre y un cristiano. Como hombre y como cristiano está llamado a aportar al bien común de la sociedad. Como hombre cristiano tiene derecho a optar por una ideología política y por un partido político. Pero entonces surgen algunas dificultades, las mismas que he señalado antes, cuando he dicho que la iglesia no puede abanderizarse con un partido político. Por esta razón, sin negar el derecho que un sacerdote tiene a optar por un partido político, pienso que en este caso el sacerdote debe actuar de tal manera que no se interprete que su opción es opción oficial de la iglesia. En concreto, este deslindamiento puede expresarse de diversas maneras, de acuerdo a cada caso.

6. El seglar y la política

Es necesario repetir que todo hombre está llamado a prestar su colaboración en la realización del bien común. Es necesario repetir que la fe cristiana lleva al compromiso político en este sentido y que todo lo que se llama fe cristiana y no lleva a este compromiso es inauténtico. Si el evangelio habla de liberación de los pobres es porque hay necesidad de trabajar y de luchar por la liberación de esclavitudes concretas. Es necesario repetir que estas esclavitudes constituyen la situación de pecado de que habla Medellín o el pecado social de que habló el último sínodo de obispos. Es inconcebible, entonces, que un cristiano se comprometa con el evangelio y no se comprometa al mismo tiempo con la liberación que proclama el evangelio.
Sin embargo, el compromiso puede diversificarse. En unos casos, puede ser el compromiso con un partido político. Para esta opción, el cristiano debe seguir los dictámenes de su conciencia iluminada por el evangelio. Entonces, su conciencia le dirá cuál es el partido político que más garantías le ofrece de que su participación contribuya eficazmente a la liberación de los hombres. En otros casos, el cristiano podrá optar por otros compromisos que no sean precisamente los de la elección de un partido. Por ejemplo, puede optar por un compromiso que le lleve a entregarse a tareas de una educación popular liberadora o explícitamente a tareas de evangelización liberadora.

7. Las comunidades cristianas y la política

El problema de la participación en la política se plantea también para las comunidades cristianas. En relación con la opción por un partido o movimiento político determinado, lo correcto es que las comunidades cristianas como tales no se comprometan con ellos, pues esto significaría restringir su campo de actividades y comprometer a la misma iglesia.
Dentro de una comunidad cristiana, como respuesta a los problemas de la comunidad más grande, sea a nivel local, sea a nivel provincial o nacional, los miembros son libres para escoger su propio compromiso. En una comunidad cristiana pueden comprobarse diversos carismas. Es necesario descubrirlos, formarlos y respetarlos. Mientras a unos miembros de la comunidad puede apasionarles la militancia en un partido político, a otros esto puede repugnarles y, en cambio, atraerles otras actividades orientadas al bien común. Sería injusto obligar a todos a encarrilarse por un partido político.

Envío 2º La Iglesia y la Política I

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18. LA IGLESIA Y LA POLÍTICA

1. Hechos

La iglesia jerárquica se ha pronunciado, en diversas ocasiones, sobre asuntos que necesariamente entran en el contenido de la política. Las encíclicas papales escritas desde León XIII hasta Pablo VI sobre cuestiones sociales son una comprobación de lo que estoy afirmando. Muchos de los documentos aprobados en el concilio Vaticano II son otra comprobación de lo afirmado. Por último y para no extenderme demasiado, los documentos de la II Conferencia episcopal latinoamericana, aprobados por la santa sede, constituyen una nueva comprobación.
Basta abrir cualquiera de esos documentos para advertir que los papas, que la Asamblea de los obispos de todo el mundo, que la Asamblea de obispos representativos de los episcopados latinoamericanos han enfocado temas políticos, tales como el problema del trabajo, del salario, de la propiedad privada, de la familia, de la igualdad esencial entre los hombres y la justicia social, de la dignidad de la persona humana, de la situación de la cultura en el mundo moderno, del desarrollo económico, del destino de los bienes de la tierra, de la paz y de la guerra, de la edificación del mundo. Todos estos temas y otros que no están citados entran de lleno en el concepto de política. Desde este punto de vista, la iglesia jerárquica ha participado del hecho en la política. Este es un primer hecho que luego analizaremos.
Otro hecho es que la misma iglesia jerárquica, aun en los tiempos modernos, ha optado por estar de acuerdo con lo que se llama el orden establecido. Muchas veces, la iglesia jerárquica ha hecho declaraciones en este sentido. También es necesario señalar que en otras ocasiones, esta misma iglesia jerárquica ha guardado "un prudente silencio", para no perturbar la paz, frente a hechos injustos y dolorosos. Por estas razones, de diversas partes, se la ha acusado de encontrarse aliada con los poderes de este mundo, entre ellos con el poder político.
En nuestro país, durante un largo período de su historia, la iglesia jerárquica, con algunas excepciones, se ha mostrado fuertemente uncida a gobiernos y partidos políticos que se han denominado "católicos". Todavía podemos recordar cómo obispos y sacerdotes, de manera abierta o disimulada, tomaban parte en campañas políticas electorales a favor de determinados candidatos llamados de derecha. Por fortuna, esta alianza ha ido desapareciendo y la iglesia jerárquica se ha ido liberando de toda esta clase de compromisos. Pero, con lo dicho queda señalado otro hecho para ser analizado.
Hay actualmente otro fenómeno en relación con la política. Sacerdotes, religiosos, religiosas y aun algunos obispos se han mostrado frente al mundo abiertamente comprometidos con las clases sociales dominadas, en oposición a las clases dominantes y a veces, tomando parte activa junto a movimientos políticos determinados. ¿Quién no recuerda el nombre de Camilo Torres? ¿Quién no ha oído hablar de sacerdotes que han ingresado en las guerrillas? ¿Quién no se ha asombrado al conocer por las publicaciones de la prensa que algunas religiosas se ha comprometido con movimientos revolucionarios? ¿Quién no tiene presente la reunión realizada en Santiago de Chile y organizada por sacerdotes con el título de "Cristianos por el socialismo"? Este es otro hecho digno de tomarse en cuenta para una reflexión tranquila y descubridora de las líneas evangélicas que deben guiarnos al respecto.

2. Análisis de estos hechos

Algunas personas critican a la iglesia jerárquica en el sentido de que se acomoda a las circunstancias por pura conveniencia. Dicen que si en una época de la historia tienen éxito determinadas ideologías y determinados políticos, la iglesia se muestra de acuerdo con las ideologías y partidos que tienen garantía de éxito en el mundo.
Hablando sinceramente, como debemos hacerlo siempre, hay casos tal vez numerosos en los cuales elementos jerárquicos de la iglesia han actuado por pura conveniencia. En estos casos se ha hecho uso de la política en un sentido deteriorado. En estos casos, quienes han actuado de esta manera han ingresado en el grupo de los llamados "vivos" por el pueblo.
¿Cómo explicarnos estas desviaciones? Es difícil decir de un modo absoluto por qué se ha actuado de esta manera. En algunos casos puede haber habido un sincero interés por el bien de la iglesia, pero no se ha tenido una visión clara y exacta acerca del verdadero bien de la iglesia. En una palabra, en estos casos, se ha actuado equivocadamente. En otros casos, puede haber motivado una actuación semejante el interés personal, la ambición de prestigio, de poder, de aprovechamiento.
En cada caso, es necesario analizar el hecho, sus circunstancias, las motivaciones, para no caer en una actitud absolutista y condenatoria. Debemos tener presente que la iglesia está llamada a encarnarse en las realidades de este mundo y que es difícil estar en el mundo y no ser del mundo. Fácilmente la iglesia puede caer en uno de estos dos extremos: o bien espiritualizarse tanto que no es respuesta a los problemas que viven los hombres, o bien exagerar tanto su encarnación hasta perder el sentido trascendente de su misión y mundanizarse. Apliquemos lo dicho a la política. Al fin y al cabo, la iglesia está formada por hombres y los hombres sin excepción somos proclives a caer en errores consciente o inconscientemente. La asistencia del Espíritu a la iglesia aparece con toda evidencia precisamente porque esta iglesia está formada por hombres pecadores.
Con sus documentos sociales, la iglesia ha pretendido contribuir al bien común. Así se explica la misma evolución del pensamiento social de los papas y el marcado avance dado a su pensamiento por el concilio Vaticano II y por los documentos de Medellín. Así se entiende que la constitución pastoral sobre la iglesia en el mundo moderno empiece declarando:

Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.

Lo dicho demuestra que la iglesia ha participado y participa en política, pero participa, desde este punto de vista, en la promoción del bien común. Si todos los miembros de la comunidad humana, en cualquier nivel en que nos encontremos, estamos llamados a trabajar por el bien común, es normal que la iglesia realice todo lo que esté en su mano por la consecución de su objetivo.
En cambio, cuando la iglesia ha optado por una ideología política y por un partido político, cuando la iglesia ha defendido de alguna manera un orden social injusto, cuando se ha uncido al carro de un poder político concreto y determinado, cuando ha callado por miedo o por falsa prudencia hechos evidentemente denunciables, se ha parcializado, ha renunciado a ser la mensajera del evangelio a todos los hombres y se ha esclavizado. Más grave todavía ha sido su actuación cuando ha abusado de su ascendiente sobre el pueblo para influir en el triunfo de determinados candidatos y de determinados partidos políticos. ¿Qué decir cuando esos partidos políticos y esos candidatos han sido opresores del pueblo?

Envío Nº 1 REFLEXIONES ANTE EL PESEBRE

20 Años junto al Padre

Mons. Proaño, Obispo de los Indios en Ecuador


En agosto de 2008 celebraremos el Vigésimo Aniversario de la Pascua de MONSEÑOR LEONIDAS PROAÑO VILLALBA quien durante 35 años de Episcopado en la Diócesis de Riobamba – Ecuador y como Presidente del Departamento de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal, consagró su acción pastoral y su vida al servicio de los indios.

Por este motivo y en coordinación con la Fundación Pueblo Indio del Ecuador, asumimos con gozo la tarea de acercar su pensamiento y su acción a quienes no han tenido la suerte de conocerlo; y mantener viva su presencia en quienes hemos tenido la ventura de compartir algún tramo de su vida.

Desde esta fecha, y con la periodicidad de un envío semanal, les haremos llegar fragmentos de sus obras o de escritos sobre su figura. El propósito es crear una corriente de gracia que nos lleve a vivir la opción de un compromiso con y desde los pobres, de trabajo por el Reino y su Justicia; favorecer un acercamiento a la nueva realidad que vive Ecuador en esta época de cambios.

En el transcurso del año, comunicaremos las actividades previstas para este Vigésimo Aniversario que se proyecta celebrar en diferentes lugares.

Fraternalmente

José Antonio y Gloria

Nos encontramos viviendo el tiempo de Navidad, por eso, el primer envío hace referencia a ésta festividad.

REFLEXIONES ANTE EL PESEBRE

Un recuerdo del campo

En esta vez, mi intervención del viernes coincide con la víspera de Navidad. Cada año, en la víspera de Navidad, me he dirigido con un mensaje a todos los campesinos del Ecuador, a través de las ondas de Escuelas Radiofónicas Populares. Hoy, mi intervención del viernes es también mi MENSAJE DE NAVIDAD.

Pensando en lo que debía decir, me ha venido a la memoria un recuerdo. Hace ya algunos años, estuve visitando la cooperativa “Juan Diego” en días próximos a la Navidad. Y entonces se me dio la noticia de que la esposa de uno de los miembros de la cooperativa había dado a luz. Ahora, los miembros de la cooperativa “Juan Diego” tienen cuando menos su casita mejorada, pero en esa época la mayoría estaba viviendo en chozas improvisadas. Quise visitar a la mujer del campesino miembro de la cooperativa. Tuve que doblarme para poder entrar por la estrecha puerta de la choza. Casi no era una choza: era un hueco excavado en la tierra, era una cueva, húmeda y obscura, recubierta con un techo de paja. Por esto, después de introducirme por la puerta, tuve que descender a tientas. Cuando los ojos se acostumbraron a la oscuridad, pude ver a la mujer con su niño en los brazos. El espectáculo me impresionó hondamente. A causa de la cercanía de la Navidad, pensé de inmediato en el nacimiento de Jesús: Él también nació en el interior de una cueva, en un pesebre, refugio de animales, en la soledad de la noche, en el frío del invierno.

Los cristianos hemos idealizado muchas cosas del cristianismo: nos hemos acostumbrado a ver imágenes de Jesús que representan al Hijo del Hombre con un rostro sonrosado, con unos bucles que le caen airosamente por la espalda, con unos ojos lánguidamente tiernos, con unas manos finas y bien cuidadas… Nos hemos acostumbrado a contemplar imágenes de la Virgen que nos representan a la Madre de Dios como una mujer vestida de reina: con corona, con un amplio manto azul y con una túnica blanca y larga… De igual manera, hemos representado el pesebre de Belén con imágenes tan poéticas, que nos alejan de la visión real de los hechos: San José de rodillas en profunda adoración junto a la cuna; a su derecha, la Virgen, también de rodillas, en adoración no menos profunda; unos angelitos esparcidos por el aire cantando al Niño o tocando una arpitas de juguete; unos encantadores pastorcitos que vienen con las espaldas encorvadas a presentar sus ofrendas al Niño; más allá, unos Reyes Magos montados sobre camellos, seguidos de una numerosa comitiva y con un cargamento de riquezas que traen para ofrecer también al Niño; una estrella luminosa colgada en lo más alto del pesebre o más bien del cielo mismo; por allá, la ciudad de Belén tranquilamente dormida; no faltan los animales, los cazadores, las lagunas, los pastos… ¡Todo tan bonito! La realidad debió ser, en cambio, tan dura. Algo así como el nacimiento de este niño indio que yo vi con mis propios ojos y que continúa siendo una realidad en las alturas de nuestros páramos…