lunes, 15 de marzo de 2010

Envío 115: CARTA A MONSEÑOR PROAÑO

FUNDACIÓN PUEBLO INDIO DEL ECUADOR
Constituida por Mons. Leonidas Proaño
fpie@fundacionpuebloindio.org

ECOS del JUBILEO de Mons. LEONIDAS PROAÑO

CARTA A MONSEÑOR PROAÑO

Querido Monseñor, no me atrevo a decirle Taita Proaño, de momento, pero se que podemos charlar un poco, especialmente para agradecerle tantas cosas que en estos días he vivido, gracias a “los árboles” que sembraste…

En la Comunidad, en Madrid, dije que sí venía al encuentro de la celebración del Centenario, más bien interesada por el Programa, con la intervención prevista de una serie de teólogos y teólogas de la Liberación. Buscaba una serie de conferencias magistrales.

Aunque también es cierto me atraía, Monseñor, el trabajo realizado entre los indígenas, pero que prejuzgaba en términos más asistenciales.

No pretendo hacer una crónica de la celebración, sino expresarle algunos aspectos, reflexiones y sentimientos, que deseo se me graben en lo más profundo y me acompañen en mi quehacer vital.

Mi primera grata sorpresa fueron los Ejes Temáticos: Pachamama, Pueblos y Liberación unidos cada uno de ellos al “Sumak Kawsay”, término desconocido por completo., que me dispusieron a abrir los ojos del corazón y los oídos, pues presumía era algo muy importante, que deseaba ya aprehender.

Me encontré con una organización casi perfecta. En un entorno, la Universidad Andina, que invitaba a la reflexión, llena de mensajes que evocaban el recuerdo y la presencia de la cultura indígena, de distintas nacionalidades, compatibilizando nuestra presencia con grupos de estudiantes, de post grado, multiétnicos y multinacionales, aparte del entorno agradable, cuidado.

Las Motivaciones de cada día, fueron verdadero rato de oración universal, Creo que la experiencia de los pueblos indígenas expresando su continuidad con la Pachamama, y la concepción originaria de lo sagrado y / o espiritual, me impactó por su evidencia, por su coherencia simbólica y en definitiva por su autenticidad.

”Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros”

“El indio piensa con el corazón que la tierra es su madre. Es su pensamiento fundamental. Es el anillo central del núcleo pluricelular de su cultura. De allí nace el concepto de fraternidad extensa, de familia extensa, de igualdad entre todos…la tierra es para todos y todos tienen iguales derechos.” Monseñor Proaño
( Selección de textos de Sabiduría)

La metodología del trabajo en Grupos con el método del Ver, Juzgar y Actuar, que inicialmente yo había arrinconado, en la vieja Europa, ya está pasando, “resulta teórico”,… Aquí, en el trabajo en los grupos, alrededor de unas cincuenta personas cada uno, me impresionó la capacidad de los indígenas de distintos Pueblos originarios, de ver la realidad, de analizarla, de ir a las causas, de escuchar… de abordar colectivamente la necesidad de comprometerse para que se resarciera a los pueblos originarios en su derecho a la tierra y al territorio.

Monseñor, empecé a comprender un poco, la tarea de promoción, de educación que inició con ellos, me iba sorprendiendo y a la par, agradeciendo la experiencia que se me brindaba, “nos gusta aplaudir un bonito discurso. Pero no nos gusta dar de nuestra propia riqueza y recibir al mismo tiempo de la riqueza de los otros. No nos gusta hacer un esfuerzo de reflexión para descubrir los caminos de la verdad”… “aprenderemos lo que es la concientización, concientizándonos. No hay otro camino” Monseñor Proaño (Selección de Textos de Sabiduría)

La puesta en común, de los grupos, cada uno respondiendo a una pregunta diferente, me resultó rico, muy diverso, enormemente enriquecedor y seguía manifestando que realmente, Monseñor, “los árboles que sembraste” habían crecido y estaban ahí, habían recogido su mandato y seguían en su tarea.

Los almuerzos, compartiendo culturas y alimentos, encuentros, preguntas y el esfuerzo organizativo de un pequeño grupo para que todo estuviera a punto, siendo 250 los participantes, igual que los refrigerios de media mañana y media tarde… La dimensión comunitaria estaba presente en todo.

Y poco a poco se nos iba introduciendo en lo actual de su vida y su mensaje, el Power Point “De Poncho por la Vida y el Misterio”, breve, pero trasmitía claramente que el Reino pasaba necesariamente porque los indígenas, los pueblos originarios recobraran su dignidad, el derecho a la Pachamama y fueran resarcidos de tanto expolio sufrido durante siglos.

La primera Mesa del Simposio, sobre “Pachamama y Sumak Kawsay”, a través de los distintos ponentes, Juana Batzibal (Guatemala), Esperanza Martinez (Ecuador) y David Choquehuanca (Bolivia), manifestaron que el Sumak Kawsay, esa vida en plenitud y armonía que todos deseamos sólo es posible si vivimos a la Pachamama, como una continuidad y origen de nuestra propia vida, y de todos los vivientes. Que distinta concepción a ese vivir dualmente la Madre Tierra y nuestra propia existencia y el decidirnos a cuidarla porque vemos peligrar nuestra vida. Las Ponencias son para “rumiarlas” despacio, especialmente me gustó la de Esperanza Martinez de Ecuador, por su clarividencia y rigor, por su vigencia especialmente en nuestro Primer mundo.

Los pequeños paseos nocturnos, en los que vd. estuvo presente, Monseñor, compartiendo las sorpresas del encuentro, y cómo nos iba impactando, también era un buen colofón del día.

La Motivación del segundo día, sobre la temática de Pueblos y Sumak Kawsay, que preparó el Centro Martin Luther King de Cuba, avanzó en su dimensión de Pueblos, representados por diversas etnias, países, que sobrepasaron el centenar, incluyendo a las delegaciones extranjeras y los representantes de Pueblos originarios. Ahí estuvimos Toñy y yo unas de las representantes de España, de la Comunidad de S. Tomás, con temor y temblor, ya lo sabe, pedimos perdón por todo el peso histórico de expolio y exterminio de los pueblos y culturas presentes, a la par que expresamos nuestro compromiso de venir “de otra manera”, abiertos a la escucha de la realidad de estos pueblos, y de trasmitir posteriormente, en nuestro Primer Mundo, el Sumak Kawsay, que es posible, compartiendo al mismo tiempo la esperanza de que sigue teniendo plena vigencia su “sueño en la posibilidad de una sociedad nueva”

Cuando este compromiso es compartido entre el Norte y el Sur, claramente se fortalece la esperanza de que es posible.

En el trabajo en Grupos, se profundizó en las consecuencias de la colonización, y de la nueva colonización neoliberal, a nivel de valores, pensamiento, derechos, costumbres, políticas, símbolos etc... Aquí podría decir que precisamente el primer mundo está siendo colonizado por las políticas y pensamiento neoliberal, y lo que es peor, como antaño imponiendo esta nueva colonización a los pueblos del Sur.

Se analizó el cómo afecta hoy a la educación, economía, salud,, descubriendo que valores saberes propios favorecen la descolonización, qué relación entre los derechos de los pueblos y el Sumak Kawsay, cuál debe ser el contenido de la Interculturalidad.

Se esbozaron propuestas concretas para promover y garantizar los derechos históricos de los Pueblos, para recuperar políticamente “Abya Yala” la unidad de pueblos y naciones ante los organismos internacionales: ALBA, MERCOSUR; UNASUR, al Parlamento Andino, al Parlamento Indígena. Coordinadora Indígena a nivel Andino, Banco del Sur, TELESUR…Y en definitiva elaborar propuestas de intercambio que promuevan y faciliten la comunión y unidad respetando la diversidad de “Abya Yala”

Monseñor, sólo agradecer toda la vitalidad y empuje de estos Pueblos originarios, en los que creyó y así comenzó, a trasmitírselo a los propios pueblos, a través de la educación, cercanía, confianza, lo que vd. sembró está dando ya sus frutos incipientes

La presentación de los bailes de los niños de primero de Educación Básica, de la comunidad de Iluman, Escuela Domingo Sarmiento, de Imbabura, fue un compartir la riqueza y esperanza de estos Pueblos, El futuro ya ha comenzado. Las propuestas de acción presentadas son posibles. Y como se dijo en algún momento del encuentro, recordando a Pedro Casáldaliga: “En este atardecer neoliberal si algún compromiso tenemos todos es dar esperanza”.

El simposio sobre Pueblos y Sumak Kawsay, estuvo a cargo de Humberto Cholango(Ecuador), Nancy Cardoso (Brasil) y François Houtart (Bélgica), con la moderación de Aiban Wagua (Kunalaya- Panamá). Imposible recoger mínimamente las exposiciones, sólo algunos aspectos que me impactaron. En la intervención de Humberto Cholango, expresidente reciente de Ecuarunari, recordó como Monseñor, intervino en el nacimiento de la CONAIE (Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador), ya forjó el comienzo de la unión y reconocimiento de los Pueblos Indígenas. Humberto, insistió que “el Sumak Kawsay, no es sólo un tema de equidad, es la reconstrucción de un nuevo modelo de vida para toda la humanidad… la felicidad para los indígenas no es el tener más...es el trabajo., el trabajo en comunidad, la minga festiva.”

Monseñor, cuánto tenemos que aprender, cuánto que desconstruir para ser felices

De la ponencia de Nancy Cardoso, fue una expresión distinta, poética, con música llena de esperanza en la capacidad de los pueblos, de apostar por el Sumak Kawsay. El buen vivir es herencia y promesa, el ejercicio del poder hecho servicio y cuidado. Hay diversidad de expresiones, reducirlas es traicionar el patrimonio común. Lo ancestral no es inmóvil, va enriqueciéndose y cambiando.

De F. Houtart, imposible hacer una pequeña síntesis de su ponencia. Pero sí decir que su pensamiento y firme convicción por encontrar alternativas al modelo de desarrollo neoliberal, económico, social y cultural, en las que el resurgir del pensamiento indígena tiene su importancia. Qué ajenos desde el Primer Mundo, en Belem, Brasil, en el Foro Social Mundial la crítica más fuerte fue de los Movimientos indígenas.

Tenemos que apostar por los nuevos paradigmas: la relación con la Tierra, el respeto a la misma como fuente de vida; el priorizar el valor de uso y no de cambio; el organizarnos, democráticamente, comunitariamente, no hay milagros, son las bases a través de las organizaciones, en convergencia; el hacer una lectura del mundo multicultural. Es una Utopía que no existe hoy, pero puede ser mañana, es una estrella hacía la perfección del Buen vivir, del Sumak Kawsay.

El reflexionar comunitariamente, el trasmitirlo sin duda supone un compromiso y esperanza en que es posible apostar por la Utopía, Monseñor, vd. se adelantó, creó las condiciones para que resurgieran, se visibilizaran estos paradigmas, entre los indígenas, sabiendo que no se puede absolutizar ninguna cultura, hay que recoger aportes de los pueblos afro, asiáticos, indígenas, necesitamos un pensamiento dialéctico.

Una cosa es lo que te cuentan, lo que lees sobre otras culturas, cosmovisiones y otra es vivirlo, recogerlo de primera mano, experimentar el contacto con quienes se lo creen, con quienes es su manera de sentir y pensar.

La cena, en la Universidad Andina, con el Rector, Enrique Ayala, fue un acto de reconocimiento, a su tarea, Monseñor, a su orientación educativa, al reconocimiento de los Pueblos indígenas. Fue muy gratificante el ver la huella que dejó, Monseñor, entre los hombres de la cultura.

El tercer día dedicado a la Liberación y el Sumak Kawsay, comenzamos con la motivación, a cargo de la Asociación Intiñán y P. Gabriel Barriga Arias, miembro de la Fundación Pueblo Indio y párroco de Quimiag, Chimborazo, en dónde vd. Monseñor, estuvo 30 años, siendo indio entre los indios, siendo el Obispo de los Indios, el Profeta de la Verdad, y del Sumak Kawsay, en una Iglesia que amaba pero que le hizo sufrir hasta la muerte.

Lo viví como una celebración de la Palabra, centrada en el privilegio y la alegría de los cien años de su nacimiento, de la alegría, fortaleza y fe en la vivencia del Evangelio, la Buena Nueva, dirigida a todos, especialmente a los indígenas y pueblos despojados de sus derechos, en el Chimborazo.

Hubo una serie de intervenciones de mujeres indígenas, madres, unas en Kichwa, otras bilingüe, que manifestaron su alegría por la Vida que habían llevado dentro y su responsabilidad por la Vida que entregaban a la Comunidad. Por supuesto, no sin dolor, no sin dificultades y con el esfuerzo necesario para poder compaginar su participación en la comunidad. Expresaron, que la lucha no era sólo de las mujeres, sino de toda la comunidad, de toda la humanidad, destacando la necesidad y la importancia de la educación, para poder avanzar.

Esta motivación fue un homenaje a Zoila Villalba, mujer y madre de Monseñor. El P. Gabriel propuso que el 29 de enero se estableciera el día de la Mujer Indígena y de la Mujer de América.

Los cantos, conocidos de Solidaridad y el Hermano colibrí, tuvieron un eco especial.
Acabamos con la lectura de Juan, 3 1-21.

En la puesta en común del trabajo en Grupos, de nuevo con la metodología del Ver, Juzgar y Actuar, se profundizó en:
-Las nuevas formas de esclavitud que estamos viviendo en este siglo XXI
-cómo ha entrado el capitalismo y sus nuevas formas neoliberales, en nuestra vida personal, comunitaria, política
-por qué el individualismo rompe a la comunidad y frenan las luchas de liberación
- qué le falta a la educación actual para que sea liberadora?
-cuáles son los problemas más acuciantes en relación con el Sumak Kawsay?

Estas y muchas más preguntas, no me resultaron ajenas a su vida Monseñor, a su mensaje que sigue vivo y actual entre nosotros. Gracias por habernos abierto caminos, que efectivamente son los de Jesús, pero que vd. los ha encarnado, nos los ha acercado a nuestro momento histórico y responde por lo tanto a los mismos interrogantes que nos hacemos desde el Primer Mundo

El video de la asociación de Intiñán, sobre el “reencuentro con la llama”, fue una expresión gráfica del Sumak Kawsay y el proceso de liberación de ese pueblo, y…estaban algunos entre nosotros. Monseñor, supongo que “de aquella forma”, disfrutaría vd. también, es el resultado de su obra.

En el último simposio sobre Liberación y Sumak Kawsay, estuvieron Elsa Tamez (México), Juan José Tamayo (España) y Frei Betto (Brasil)

Elsa Tamez, escogió Hechos, 3 y lo interpretó desde una lectura feminista, indica una sociedad degradante que tiene que cambiar. Hay también actitudes liberadoras. No hay cambios si no se cambia la mirada. En los procesos de Sumak Kawsay, en relación con el Género, la comunidad actúa

Monseñor, eso de “mantener siempre atentos los oídos al grito de dolor de los demás…Mantener la mirada siempre alerta...en busca de algún náufrago en peligro…es Solidaridad”. Qué fácil resulta, mirar y no ver, oír y no escuchar, qué necesaria es una vivencia espiritual, mística, para poder estar atentos.

De Juan José Tamayo, ponencia para pensar, reflexionar despacio, recogí: La Teología no es algo estático, hay que seguir actualizándola, hoy se realiza a través de la diversidad cultural, no puede renunciar al impulso profético, ha de responder a la razón crítica y construirse a partir de los nuevos sujetos de la Historia, destacando hoy el papel de las mujeres, de las comunidades originarías, por su sabiduría de liberación así cómo el carácter Intercultural e Interreligioso, retos que la Teología plantea al Primer Mundo.

Frei Betto, dejó meridianamente claro que no hay distinción entre vida y fe. La vida es inseparable de la política. Jesús fue político y murió por los poderes políticos. Se reconoció como “discípulo del que fuera un prisionero político, Jesús “. Jesús vino para que todos tengan vida y vida en plenitud.”Somos la expresión inteligente y amorosa de la naturaleza, pero sólo es posible si nadie sufre por el hambre, si nadie sufre por la injusticia”

Sin palabras, Monseñor, gracias de nuevo por haber tenido la oportunidad de escuchar…

A última hora de la tarde fue su homenaje en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, abierto a todo el pueblo, como era su talante. El teatro se llenó, estaba a rebosar para festejar su aniversario. Los mensajes entrañables que le dirigieron F. Houtart y Frei Betto, recordándole como obispo pastoral y un profeta sin temor, su empeño en conjugar la renovación de la Iglesia por retomar en serio los valores evangélicos y la emancipación de los pueblos indígenas que quieren vivir y retomar su dignidad .

Nos unimos a la felicitación y agradecimiento por su Vida, por su amor a la Pachamama, por su fe liberadora, impactaba la presencia de indígenas, con sus expresiones culturales, el canto de “las mañanitas”, el apagón de las velas, toda una fiesta de cumpleaños, con su presencia viva entre nosotros, entre sus pueblos, Gracias por todo, Monseñor, gracias a todos.

Fue impresionante la cantata de “Daquilema: crónica cantada” expresión simbólica y poética de los horrores de la conquista y del temple de los pueblos indígenas. Un buen homenaje a Monseñor en sus 100 años.

Sólo me quedaría reseñar la experiencia del viaje a Imbabura al Centro Ceremonial de TUPATÁN CON EL RITUAL Kichwa, ceremonial del Buen Vivir, en dónde la Pachamama te envolvía, te purificaba, y el compartir su ritual, incomprensible pero atrayente, la entrega a los compañeros vascos de un tapiz significativo, así como la comida compartida, en aquellas latitudes, fue la experiencia de acogida comunitaria, era verdad que la Pachamama nos hermanaba a todos.

Luego en Pucahuaico, otro descubrimiento, un nuevo abanico de experiencias, a partir de la marcha de las Antorchas, la llegada a la Tumba de Monseñor Proaño, el ritual celebrativo en la Capilla, el encuentro con la Comunidad, con los pueblos, la fiesta con la Quema de Castillos y la serenata a Monseñor, explosión plástica de la vida y presencia de Monseñor entre su Pueblo.

Todo preparado, cuidado, nada improvisado, lleno de cariño, que se trasmitía.

La Caminata por la Vida, con el claro reconocimiento civil, de su pueblo a la vida y presencia de vd. Monseñor, el pueblo lo tenía bien presente.

Y para terminar la concelebración de la Eucaristía, en el coliseo, no cabíamos en la Iglesia, la Palabra volvió a hacerse presente, viva, interpelante, el pan compartido, que continuó con la fiesta del Maíz y la feria de comidas, y la larga tarde festiva, con distintas presentaciones culturales ...todo un pueblo que habla se hace presente, en recuerdo y presencia del que fue su obispo, del que se hizo indio entre los indios , del que se mantuvo fiel al Evangelio y a su Pueblo.

La estancia en Pucahuaico, ha sido una posibilidad y ocasión de orar, de profundizar, de intentar asimilar algo de lo vivido, de descubrimiento de los Pueblos indígenas, de sus valores, de su humanidad, de su alegría y generosidad, de su compartir, de sus niños, y educadoras, presente de un futuro de otra sociedad posible.

Finalmente, para terminar de escribir, expresar el agradecimiento a la Fundación Pueblo Indio, que ha preparado este homenaje, que nos ha hecho partícipes, especialmente con las personas concretas con las que hemos convivido, orado, disfrutado y nos han transmitido su fe, esperanza y compromiso, destacando también su firmeza , coherencia y fidelidad a su mensaje Monseñor.

Monseñor, cuídalas, bendícelas, acompáñalas y ayúdanos a guardar como María todas estas cosas en nuestro corazón. Gracias y gracias. Seguiremos en contacto, contad con nosotras.

Quito, 18 de febrero 2010.

Gloria Cavanna
Comunidad Santo Tomás de Aquino de Madrid