domingo, 6 de junio de 2010

Envío Nº 123 TIERRA, TERRITORIO Y HUMANIDAD... UN SOLO SER (II Parte): Ponencia de Juana Batzibal en el Simposio PACHAMAMA Y SUMAK KAWSAY

FUNDACIÓN PUEBLO INDIO DEL ECUADOR
Constituida por Mons. Leonidas Proaño
fpie@fundacionpuebloindio.org

TIERRA, TERRITORIO Y HUMANIDAD……UN SOLO SER (II Parte)
Una Visión sobre el la destrucción de la Madre Tierra y el Bien Vivir desde los pueblos originarios de Guatemala.


Juana Batzibal


4. Sobre el saqueo y sus efectos en la Madre naturaleza

Hay un deterioro avanzado de nuestro ecosistema, la Madre Tierra llora. Hay la presencia de períodos desequilibrados de lluvia e inundaciones, hay deslaves, los cerros no aguantan y se desprenden, los ríos se salen de su cauce. Ya el ciclo de la lluvia ha cambiado, no es como antes. Por otra parte el verano y la época seca también esta descontrolado, hay prolongadas sequías. El llamado “corredor seco” se está expandiendo. Las comunidades del campo ya no saben cuándo sembrar, además los han engañado con cambios de semillas. Las cosechas ya no dan como antes o se pierden. Lo anterior repercute en la pérdida de productos de los campesinos y campesinas en el campo. Nuestro sagrado maíz ya no da como antes, el frijol tampoco. Nos quitaron la posibilidad de sembrar nuestra papa, y otros productos originarios de nuestras tierras, porque nos han traído productos transgénicos más baratos de otros países. Ahora nos quieren quitar nuestro sagrado maíz y frijol. ¿Acaso en vez de tortillas quieren que comamos hamburguesas? ¿Dónde está la soberanía alimentaria? La crisis alimentaria se sufre a nivel comunitario con la pérdida de la calidad de los alimentos, que pone en peligro de muerte a la población, ya que cada vez más se consume alimentos artificiales. La desnutrición en los niños aumentará aún más y el hambre será más evidente en grandes poblados.

En relación a la salud hay nuevas enfermedades como la fiebre porcina. Hay la expansión de zancudos y epidemias por vectores como el dengue y la malaria. Los cambios en las temperaturas también acrecientan los problemas respiratorios, diarreicos y parasitarios.

Los monocultivos, la construcción de más represas así como los proyectos de minería metálica de oro, plata, bronce, mercurio y uranio al igual que la minería no metálica de gran escala como las cementeras, la barita y el azufre están causando destrucción de nuestras tierras y territorios. Están causando daños a la salud humana, a los elementos naturales de todo nuestro medio ambiente, no traen desarrollo a las comunidades más bien aumenta la conflictividad social, desplazan poblaciones y empobrece más a los pueblos.

Un problema a ponerle mucha atención es el desabastecimiento y contaminación del agua. Las empresas como la cervecería y las aguas gaseosas están acaparando las fuentes de agua. ¿Quién pensaría hace una década que el agua bendita la tendríamos que comprar? Expertos señalan que en Guatemala la elevación de la temperatura del planeta de dos a tres grados centígrados, debido al cambio climático, afectará en forma grave los mantos acuíferos del país, ya que se prevé escasez de lluvia y caudales del agua disponible de 7 a 30 por ciento. La basura y el desecho industrial están acelerando la contaminación de nuestros ríos y lagos. El rio Cuilco de San Miguel Ixtahuacán está desapareciendo y lo poco que queda se está contaminado por la empresa minera. El lago de Amatitlán es otro ejemplo de contaminación y ahora el lago de Atitlán, el lago más bello, está contaminado.

La historia de vulnerabilidad de nuestros pueblos ya se había puesto a prueba en los últimos años con el huracán Micht (1998), la hambruna en Camotán y Jocotán (2001) la tormenta Stan (2005). Siendo los pueblos indígenas los más afectados.

No nos cansaremos en señalar que el problema de fondo es por la visión de desarrollo y del progreso dominante e impositivo que se tiene. La visión antropocéntrica del mismo. Los desastres no son “naturales”; son provocados por la mano del capitalista que se sustenta en el individualismo, la competencia, el despojo y la explotación. Todo se mira con visión de comprar y vender. El cambio climático representa la crisis del sistema de civilización neoliberal, la liquidación del planeta y desaparición de la humanidad si no actuamos a tiempo.

Ante el cambio climático que genera el modelo neoliberal, consideramos que son falsas las soluciones que propone. Entre las falsas soluciones están los monocultivos, el llamado REDD (Reducción de emisiones por deforestación y degradación) que representa colonialismo de los bosques, pues permite a las industrias contaminadoras del norte, comprar permisos para contaminar o créditos de carbono con la promesa de no talar bosques y plantaciones en el sur, incluso se le ha llamado la estafa clásica del siglo XXI. Por otro lado el llamado MDL (mecanismo de desarrollo limpio) que obtiene permisos para contaminar a través de proyectos en el sur. Para los pueblos indígenas son nuevas formas de colonialismo. Queremos una Guatemala ambientalmente consciente, respetuosa de la biodiversidad y de las culturas en donde se desarrollan procesos productivos sustentables para nuestros pueblos.

El complejo de criminalización de nuestra lucha refleja una herencia dictatorial de dominación que conlleva la instrumentalización de los seres humanos y de la naturaleza, generando crisis a través del despojos de nuestros territorios, crisis que se refleja en hambruna, en represión, en control, en remilitarización, en persecución, en asesinatos.

Pero el sistema a través de los gobiernos, en lugar de escuchar las voces ancestrales, lo que ha buscado es silenciar nuestra voz de protesta y dividir a nuestras comunidades. Pretenden silenciar nuestra demanda de justicia con programas asistencialistas que benefician a unos cuantos o bien con regalos y proyectos busca ganar a los líderes de nuestras comunidades y tratan de comprar nuestra dignidad y mercantilizar la cosmovisión, que es la esencia de la vida de nuestros pueblos.

5. Hacia la búsqueda de salidas y soluciones ante el cambio Climático.

Ante todos estos hechos y políticas, nuestros abuelos y abuelas, nosotros y nosotras hemos mantenido una resistencia por la defensa de nuestra Madre Tierra, Territorios y Bienes Naturales. Por eso nuestros pueblos y comunidades han alzado su voz para resistir porque tenemos la claridad de que están en juego los fundamentos de nuestra vida y la de las futuras generaciones.

Por eso, en las cuatro esquinas de nuestro país, comunidades y pueblos se están levantando para decir: ¡No más daño a nuestra Madre Tierra!. ¡No más destrucción al planeta!. ¡No más desalojos de nuestros territorios!. ¡No más muerte a los hijos e hijas de la Madre Tierra!. ¡No más criminalización a nuestras luchas!.

Junto a esta resistencia hemos hecho propuestas a los distintos gobiernos, pero solo hemos encontrado oídos sordos. Ante esa sordera de los poderosos nos hemos cansado de hacer propuestas que se estrellan en el muro de la indiferencia y la impunidad.

Estamos haciendo un llamado a Pueblos y comunidades, a organizaciones y agrupaciones, niños y niñas, hombres y mujeres, abuelos y abuelas a que defendamos la dignidad y la soberanía de nuestros Pueblos y Territorios. Comencemos a conocer y profundicemos todas aquellas prácticas que nos permiten salvaguardar, defender y proteger la Vida que no es exclusiva de los pueblos originarios, sino de todos los que convivimos en este país.

Unamos nuestras fuerzas y energías para rechazar tajantemente a las empresas nacionales y transnacionales que se roban nuestras riquezas naturales, nuestros conocimientos y saberes. Nuestras voces se deben alzar para la recuperación de nuestro territorio, libre de minerías, petróleo, libre de vicios, libre de impunidad y de todo tipo de empresa piratas y para impulsar el reconocimiento legítimo y pleno de los derechos de la Vida de la Madre Tierra, como sujeta de derechos, basados en los principios y valores filosóficos de las diferentes cosmovisiones ancestrales.

Es necesario un cambio de actitud y modo de vida. Es necesario un cambio de paradigma. Hay que trascender el pensamiento antropocéntrico. Hay que reconstituir la cosmovisión de nuestros pueblos, que se basa en el pensamiento holístico de la relación con el cosmos, la madre tierra, el aire, el agua y todos los seres vivientes. Es decir, el ser humano no es dueño de la naturaleza, si no que es parte de todo lo que tiene vida. Hay un pensamiento de complementariedad, respeto, comunitariedad, reciprocidad y de espiritualidad. Planteamos el “cosmovivir” basada en el cosmosentir, el cosmosaber, el cosmoestar y el cosmocimiento.

Se deben respetar las voces de los pueblos a través de las consultas comunitarias de buena fe, que deben ser vinculantes pues están fundamentadas en instrumentos internacionales como el convenio 169 de la OIT, ratificado por el estado de Guatemala, por lo tanto es ley nacional. También es respaldada por la declaración sobre derechos de los pueblos indígenas de las Naciones Unidas y demás leyes nacionales.

No estamos de acuerdo con la simple idea de “mitigar” o “adaptarnos” al cambio climático. Se necesita justicia ecológica y climática, es decir que los culpables de estos destrozos paguen por los delitos cometidos contra la madre naturaleza. Por lo tanto es importante que las políticas de protección a la biodiversidad, soberanía alimentaria, manejo y administración del agua se basen en las experiencias y participación plena de las propias comunidades.

Consideramos importante y viable las propuestas del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia en sus ideas del buen vivir, los 10 mandamientos para rescatar el planeta y la humanidad y la instalación de un tribunal internacional de justicia ante el cambio climático.

6. Los pueblos indígenas en Guatemala hemos mantenido y mantendremos siempre nuestra voz de lucha y Resistencia


Es el tiempo de que todas y todos nos levantemos, que ninguno se quede atrás de los demás; es tiempo de fortalecer nuestra Resistencia, retomar nuestras medidas de autodefensa, incrementar las luchas, mejorar la coordinación y la unidad e ir pasando de la Resistencia a la construcción de un Poder Popular, para que Amanezca y llegue la Aurora. Es necesario seguir nuestro camino de lucha por la descolonización de nuestros Pueblos y Reconstitución del ser Mayab', siguiendo las huellas recorridas y heredadas por nuestros héroes, mártires, ancestros y guiados por el Kej, energía de los cuatro pilares, la autoridad, los cuatro puntos cardinales.

Reafirmamos nuestra convicción de lucha por la defensa de la Madre Tierra, Territorios y humanidad; en la búsqueda del equilibrio con el cosmos, ante las constantes amenazas del neoliberalismo, neocolonialismo de las transnacionales por seguir explotando los bienes naturales; considerando a los Pueblos Originarios como la mano de obra para generar riqueza para los imperios económicos.

“QUE TODOS SE LEVANTEN QUE NADIE SE QUEDE ATRAS”
¡LA TIERRA NO SE VENDE, SE RECUPERA Y SE DEFIENDE!
“LOS PUEBLOS MAYAS QUEREMOS BIENESTAR, POR ESO DECIMOS:
NO A LA MINERIA. SI A LA VIDA”


Ponencia sustentada en el Encuentro Latinoamericano “Pachamama Pueblos Liberación y Sumak Kawsay, organizado por la Fundación Pueblo Indio del Ecuador en la celebración del Primer Centenario de Nacimiento de Mons. Leonidas Proaño.
Lideresa Maya de Guatemala