SOLIDARIDAD
Mons. Leonidas Proaño
Mantener siempre atentos los oídos
al grito del dolor de los demás
y escuchar su pedido de socorro…
es solidaridad.
Mantener la mirada siempre alerta
y los ojos tendidos sobre el mar,
en busca de algún náufrago en peligro…
es solidaridad.
Sentir como algo propio el sufrimiento
del hermano de aquí y del de allá;
hacer propia la angustia de los pobres…
es solidaridad.
Llegar a ser la voz de los humildes,
descubrir la injusticia y la maldad,
denunciar al injusto y al malvado…
es solidaridad.
Dejarse transportar por un mensaje
cargado de esperanza, amor y paz,
hasta apretar la mano del hermano…
es solidaridad.
Convertirse uno mismo en mensajero
del abrazo sincero y fraternal
que unos pueblos envían a otros pueblos…
es solidaridad.
Compartir los peligros en la lucha
por vivir en justicia y libertad,
arriesgando en amor hasta la vida…
es solidaridad.
Entregar por amor hasta la vida
es la prueba mayor de la amistad:
ES VIVIR Y MORIR CON JESUCRISTO
LA SOLIDARIDAD.
Asís, diciembre 1983
sábado, 5 de septiembre de 2009
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