jueves, 24 de septiembre de 2009

Envío Nº 71: CRISIS DEL CAPITALISMO (II Parte)

CRISIS DEL CAPITALISMO (II Parte)

3. Ramificaciones de la misma raíz.

La voracidad de ganancias que experimenta el capitalismo es la raíz gruesa y profunda de este árbol que está produciendo frutos tan amargos para el pueblo ecuatoriano, particularmente para los pobres.

Pero el monstruo del capitalismo no habita sólo en el extranjero, en los países llamados desarrollados, en Estados Unidos y Europa: habita también dentro de los países latinoamericanos, dentro de nuestro propio país. Esa raíz gruesa y profunda tiene ramificaciones. Ese monstruo tiene tentáculos aquí, dentro de nosotros.

En efecto, el Estado ecuatoriano mantiene introyectado el modelo capitalista. Nuestros gobernantes, o bien se han puesto conscientemente al servicio del capitalismo, o bien se han visto en la incapacidad de sacudirse de su dominio.

La postura del difunto presidente Jaime Roldós Aguilera, en política internacional, fue clarividente y orientada a restaurar auténticamente el respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos. El Documento de Santa Fe, elaborado por los asesores del Presidente Reagan, juzgó condenable la doctrina del Presidente ecuatoriano. Y todos sabemos que los motivos de su muerte todavía no están suficientemente esclarecidos y que pueden tener su explicación en esa condena de la Doctrina Roldós hecha por los asesores de Reagan.

Actualmente el Presidente Hurtado ha enviado una carta a organismos latinoamericanos y a los presidentes de todos los países de América Latina invitándoles a unirse sólidamente para poder enfrentar todos estos apretones que vienen del seno mismo del capitalismo internacional. Las respuestas han ido llegando paulatinamente de unos y otros países, pero todavía se espera la respuesta de otros países hermanos. Estos son esfuerzos que hasta ahora resultan ineficaces en relación con el deber de sacudirnos de la dependencia en la que vivimos desde hace mucho tiempo los ecuatorianos y los latinoamericanos.

Pero, decíamos, que el monstruo vive dentro de nosotros mismos y así se explica que muchos de los préstamos concedidos a la empresa privada no han sido invertidos dentro del país; burlando los objetivos por los cuales se consiguieron esos préstamos, los dólares han volado a otros lugares, a hacer compras de terrenos y casas, a tomar acciones en empresas extranjeras. No han favorecido al pueblo ecuatoriano.

Los préstamos cuantiosos que ha obtenido el gobierno ecuatoriano para obras realmente de gran importancia han sido también, muchas veces, distraídos, al menos en parte, porque hay una gran corrupción en la administración pública.

El contrabando es otro de los flagelos que tenemos que denunciar y que entra dentro de esta mentalidad del capitalismo: buscar la ganancia, buscar el enriquecimiento cueste lo que cueste, así haya multitudes de hombres que se mueren de hambre.

El negociado con los dólares en esta escalada de ascensión del precio del dólar en el mercado libre, es otro de los aspectos que tenemos que señalar como algo condenable dentro de esta misma mentalidad del capitalismo que busca saciarse vorazmente de ganancias, y ganancias y ganancias...

La industria y el comercio en el Ecuador también tienen dentro de sí este mismo monstruo del capitalismo. No buscan propiamente el bien del pueblo, no buscan propiamente el crecimiento de este pueblo, buscan la ganancia, y, si las ganancias, en cierta manera, les han afectado últimamente, y se han unido desde afuera a la huelga decretada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), ciertamente no es motivados por los mismos motivos que tiene los obreros, que tienen los trabajadores. ¡Otros son los motivos!

Y tenemos que señalar la actitud de los políticos ambiciosos que, ciertamente, se multiplican en nuestro país y que buscan la perturbación, la confusión del pueblo, buscan aprovecharse de este derecho innato que tiene el pueblo a reclamar y a quejarse y a buscar mejores días para su propio aprovechamiento. No es que busquen tampoco el bien del pueblo, no es que tengan ellos la solución a los problemas; quizá más bien convertirán su acción en nuevas cadenas para el pueblo ecuatoriano.
¡HAY QUE ABRIR LOS OJOS SOBRE TODAS ESTAS INTENCIONES!

I. ALGUNAS REFLEXIONES

Por todo lo dicho es necesario reflexionar. Ofrecí lanzar algunas reflexiones.

• La primera: examinemos la realidad ecuatoriana; examinemos lo que ocurre a propósito de estos mismos días de huelga y de paralización de actividades. ¿Qué observamos allí? Un individualismo de grupos. Unos grupos tienen unos intereses, otros grupos tienen otros intereses. No es que se mire el bienestar común.

Dentro de esta misma observación reflexionemos sobre otro hecho: hay también en América Latina el individualismo de países. ¿Por qué no prospera el Pacto Andino? Porque cada país quiere llevar el agua a su molino; porque cada país quiere enriquecerse más que el otro y ser más poderoso que el otro. No sentimos la fraternidad. ¿Qué ocurrió cuando la guerra de las Malvinas? Hubo un verdadero movimiento de unificación de los países latinoamericanos. Hubo el deseo ardiente de consolidar una unificación de los países latinoamericanos. Se decía: ¡UNA O.E.A. SIN NORTEAMERICA!... todo esto ha ido muriendo.

• La segunda: otro punto de reflexión tiene que ser el de darle sentido a la misma huelga nacional que se está realizando. Porque ocurre muchas veces que el pueblo se moviliza, que las organizaciones se movilizan, que realizan sus manifestaciones, que lanzan sus gritos de protesta, pero todo esto es pasajero. No entra dentro de un proceso. No entra dentro de una visión de futuro. Y, una HUELGA ESTA LLAMADA A SER UNA FUERZA, UN ARMA PODEROSA PARA EL AVANCE DEL PUEBLO HACIA DIAS MEJORES, HACIA LA CREACIÓN DE UNA SOCIEDAD NUEVA, DE UNA SOCIEDAD JUSTA, DE UNA SOCIEDAD HUMANA.Y por esto, por esto mismo que debemos caminar hacia una sociedad nueva, una sociedad justa, una sociedad humana, una sociedad fraterna, hacia un hombre nuevo, es necesario reflexionar como cristianos.

Si denunciamos el mundo del capitalismo, si denunciamos todas sus maniobras, si acusamos al capitalismo como la causa, la fuente, la raíz de todos los males porque ha logrado adentrarse en nuestro mismo interior, y porque ese mismo individualismo de grupos es una señal de que también en los mismos trabajadores, de que también en las mismas organizaciones económicas o políticas está viviendo y latiendo este espíritu de capitalismo, tenemos que volver a la fuente de la fraternidad que es el Evangelio.

El Evangelio nos predica la Buena Nueva y la Buena Nueva nos anuncia el Reino de Dios y ese Reino de Dios debe estar hecho, está llamado a ser hecho de AMOR a la VIDA, de respeto a la VIDA; de AMOR a la VERDAD, de respeto a la Verdad; de práctica de la JUSTICIA; de LIBERTAD; debe estar hecho de una auténtica PAZ que sea el fruto de la JUSTICIA; ese Reino tiene que estar hecho de AMOR, de un gran AMOR a todos los hombres, a nuestros hermanos, a los más desposeídos, a los más injuriados, a los más pisoteados.

Por eso dije desde un principio que lanzaba este MENSAJE desde los POBRES, situándome desde la situación verdaderamente lastimera de los pobres que están sufriendo lo indecible.

Con este sentido cristiano debemos actuar en toda circunstancia y, por esto, hago, antes de terminar unas breves sugerencias.

III. SUGERENCIAS

Cada vez que se produzca acontecimientos como éste, el lanzamiento de medidas económicas que afectan tan profundamente la vida y la subsistencia de millones de ecuatorianos, cada vez que se produzcan hechos de protesta como esta Huelga Nacional y la paralización de actividades TRATEMOS DE CLARIFICARNOS, no nos atolondremos, no caigamos encima del torbellino.

Si perdemos el control de nosotros mismos, seremos fáciles juguetes de quienes se mueven por intereses egoístas.

SENTÉMONOS A REFLEXIONAR. VER CON CLARIDAD y luego preocupémonos de CONQUISTAR UNA AUTODISCIPLINA, UNA FUERZA DE CARÁCTER para poder dar todo nuestro APOYO, para poder COMPROMETERNOS POR LAS GRANDES CAUSAS, no por algo pasajero, sino por la edificación de esa SOCIEDAD NUEVA: que lo que estamos haciendo sirva de verdad, concretamente, como un paso para la edificación de esa sociedad nueva; si no sirve para eso, RECHACEMOS CUALQUIER ACCIÓN.

Dentro de ese mismo esfuerzo de clarificación descubramos los ABUSOS CONCRETOS, denunciémoslos, luchemos para destruirlos.

Pero, luego, también miremos con ancha mirada al Continente Latinoamericano; tenemos que aspirar a hacer del Continente Latinoamericano nuestra PATRIA GRANDE, que se destruyan también los egoísmos, los motivos de pelea, los motivos de disensión entre países y países y que caminemos hacia una América Latina sólidamente unida, que caminemos hacia una América Latina que, desde el punto de vista cristiano, sea UN NUEVO MUNDO, UNA NUEVA SOCIEDAD, desde este punto de vista, de alguna manera, demos a entender al Presidente actual del Ecuador, que respaldamos su carta de pedido de solidaridad, de unificación de los países latinoamericanos, sin que por eso signifique que justifiquemos posibles errores, posibles debilidades del gobierno ecuatoriano.


Estos son los puntos, queridos hermanos, que quería proponer para la meditación, para la reflexión y para el compromiso dentro de un proceso de auténtica liberación cristiana.


(El presente texto corresponde a la intervención de Mons. Leonidas E. Proaño, el jueves 24 de Marzo, 1983, por E.R.P.E).

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