jueves, 24 de septiembre de 2009

Envío Nº 68: EL DESPRESTIGIO DE LA POLÍTICA (I Parte)

EL DESPRESTIGIO Y SENTIDO DE LA POLÍTICA
(I Parte)
Tomado del libro
Concientización, Evangelización y Política

1. Opiniones populares

La política ha sufrido un gran deterioro en la opinión popular. Cuando empleo el calificativo popular, no me refiero solamente a las clases llamadas populares: me refiero también a las clases sociales que han adquirido algún grado de cultura más alto que el ordinario. Se puede decir que el deterioro sufrido por la política encuentra eco en una inmensa mayoría de gente de toda clase.
Es muy común escuchar en conversaciones sobre este tema frases como éstas: "yo no me meto en política", "a mí no me gusta la política", "la política es para mí una cosa repugnante", "lo peor que tenemos es la política".
Estas palabras son el producto de actitudes interiores. No se trata, pues, de expresiones insinceras. Efectivamente, la política se ha vuelto repugnante para muchísima gente.
Una de las observaciones que suelen hacer los sociólogos en países como el nuestro es que el pueblo no está politizado. Quizá los pueblos de algunos países latinoamericanos se encuentran actualmente más politizados que otros. Lo cierto es que el pueblo del Ecuador no está politizado. Puede obedecer este fenómeno a múltiples causas. Una de ellas es el desengaño a que ha llevado al pueblo la acción política de los dirigentes: para conquistarse votos, han ofrecido el cielo y las estrellas, pero después se han olvidado de sus ofrecimientos. Otra causa puede ser la falta de educación política. Como se ha tomado la palabra política en un sentido depravado, se ha producido un serio descuido en la educación política. Junto con estas dos causas, puede señalarse el hecho legal de prohibiciones de tomar parte en la política. Está prohibido de actuar en política el clero. Lo está el ejército. Lo está también para los extranjeros. Los mismos educadores de primaria, secundaria y universitarios deben cuidarse mucho de participar en política.

2. Los "vivos" a diverso nivel

Si examinamos la realidad, desde el punto de vista de la política, encontraremos fácilmente que esta palabra y su contenido se han deteriorado por el aprovechamiento que han hecho determinados individuos. Si empezamos nuestra observación en el seno de la más pequeña comunidad humana, descubrimos que medran, gracias a la ingenuidad de la mayoría, unos pocos que el mismo pueblo ha calificado de "vivos". Son aquellos que han aprendido a hablar del bienestar de la comunidad, a presentarse ante las autoridades cantonales o provinciales en demanda de ayuda, a realizar ciertas obritas aparentemente beneficiosas, a manipular a su antojo a sus vecinos y, a extraer en beneficio personal las ganancias que más pueden. Para esto naturalmente, han aprendido también a esconder intenciones y a ocultar aparatosamente los medios que les han servido de ayuda. Digo que esconden aparatosamente, porque justifican su aprovechamiento con obras aparentes y con agasajos suntuosos a las autoridades. Así se ejercita la política a nivel completamente reducido.
Lo que sucede en estas minúsculas comunidades sucede también a nivel parroquial. Las autoridades parroquiales, los líderes parroquiales, los organizadores de agrupaciones de cualquier índole, salvo excepciones naturalmente, abusan de la ignorancia de la mayoría, de la inconsciencia de los campesinos, de la complicidad de vendedores y comerciantes, para presentar engañosamente proyectos deslumbrantes a través de gestiones hechas igualmente ante las autoridades, pero con la secreta intención de sacar provecho individual. Fuera de acciones semejantes, utilizan también la ingenuidad de los indígenas, como consecuencia de una tradición deplorable, para hacerles trabajar sin remuneración alguna en obras públicas, por medio de amenazas y sanciones. No es raro el caso de autoridades parroquiales que, a pretexto de salvaguardar el orden, meten en la cárcel a campesinos que estaban bebiendo, para luego imponerles una multa pecuniaria y así sacarles de la cárcel.
Sería interminable describir realidades de esta clase. Lo cierto es que se hace política deteriorada a nivel parroquial, utilizando los medios más abusivos imaginables.
Si subimos un escalón más, encontramos que iguales métodos, quizá más refinados, se ponen en práctica a nivel cantonal y a nivel provincial. Cuando el país ha vivido en etapas cívicas llamadas de normalidad, el mismo fenómeno se ha producido a nivel nacional. Los candidatos a legisladores, a concejales o a otros puestos de responsabilidad, han pronunciado encendidos discursos de patriotismo y han hecho promesas de redención popular extraordinarias. No se han contentado con las palabras: han realizado acciones que no pueden calificarse sino de compra de votos: regalos, inauguraciones, fiestas. Entre los medios utilizados para conquistar votos está el ofrecimiento de cargos en la nueva administración. Después que han terminado las campañas electorales y que los dirigentes de un bando político han conquistado el poder, todas las personas quedan olvidadas y se producen las grandes decepciones.
Así se explica que el pueblo haya acabado por no creer en la política. Así el término y su contenido se han deteriorado.

3. Los "vivos" internacionales

Como si fueran pocos los males que esta política trae a un país, es menester sumar los males que una política del mismo estilo, pero de carácter internacional, trae sobre el pueblo. Echando una mirada al mundo, encontramos que hay países poderosos que explotan fría y cruelmente a los países menos desarrollados. Los grandes de cada país son cómplices e instrumentos de los gigantes internacionales.
Si un país pobre quiere construir una carretera, no contando con los medios económicos y técnicos suficientes y adecuados, tiene que acudir a los países poderosos en demanda de un préstamo y en demanda de asistencia técnica. El préstamo se concede bajo severas condiciones. La compra de maquinarias tiene que hacerse en el país prestamista. Los técnicos tienen que ser contratados en el mismo país poderoso y hay que pagarles sumas cuantiosas en dólares. De tal manera se condicionan estos préstamos, que el dinero llega a invertirse en un alto porcentaje en el mismo país de origen. Sin embargo, la deuda queda íntegra sumando los intereses.
He puesto solamente un ejemplo, el más común. Nada digo de ejemplos más escandalosos, tales como la explotación de productos y de minas en grande escala. Las empresas de los países poderosos, ya de suyo muy ricas, se enriquecen más y enriqueciéndose ellas, como tienen que pagar impuestos y realizar inversiones en su propio país, enriquecen más a los países ya ricos. Mientras tanto los países pobres se vuelven más pobres.
Al encontrarse en juego estos grandes intereses económicos, los países poderosos se entrometen en la política interna de cada país pobre, para no perder las suculentas ganancias. Los métodos que emplean para intromisión son vergonzosos y repugnantes. No se detienen ante nada. Si hay necesidad de desatar una guerra civil y de sumir en el dolor a miles de familias, no vacilan en hacerlo. Secretamente se mueven todos los hilos de la diplomacia. Públicamente se hacen amenazas y se imponen sanciones. El Ecuador, junto con Perú y Chile, han señalado como aguas territoriales una extensión de 200 millas, con la intención de proteger su pesca. Todos sabemos que por haberse apresado algunos barcos pesqueros, a cuyos dueños se ha impuesto una multa por pescar ilegalmente, el gobierno de Estados Unidos amenazó primero con suprimir la ayuda financiera al Ecuador. De las amenazas se ha pasado a la práctica. Todos sabemos que en Chile existían empresas que se enriquecían a costa del pueblo. Al haber sido nacionalizadas por el gobierno de Allende, dichas empresas no vacilan en tomar represalias de consecuencias funestas para todo el país. El embargo del cobre fue una clara demostración de lo que estoy afirmando.
En relación con estos inmensos daños causados a los países pobres, ¿qué significan los regalitos de algunos alimentos enviados a través de "Cáritas", de CARE y de otras instituciones? No son más que tranquilizantes engañadores. ¿Qué significan inclusive los préstamos, si lo que sacan es por lo menos el doble de lo que han prestado? Bien dijo un obispo brasileño: "Lo que prestan con una mano lo sacan a dos manos".
Se ve claramente que a nivel internacional la política se ha deteriorado, se ha corrompido, se ha depravado. ¿Quién puede creer en la política así entendida?

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