sábado, 19 de septiembre de 2009

Envío Nº 60: EVANGELIZACIÓN EN RIOBAMBA (I PARTE)

EVANGELIZACION EN RIOBAMBA (I Parte)

1. En busca de sentido.- Fue en una de las últimas reuniones mensuales con las Religiosas.
- ¿Qué va a hacer la diócesis de Riobamba por el Centena¬rio de la Consagración al Corazón de Jesús?

La Conferencia Episcopal Ecuatoriana resolvió enmarcar la celebración del Centenario de la Consagración de un mes de renovación teológica, la organización de lo que se ha llamado "el año de la evangelización" y la celebración del Congreso Eucarístico Bolivariano.

Por pedido expreso e insistente de un grupo de sacerdotes de Quito, la primera semana del mes de teología estuvo dedica¬da a obtener una visión de la realidad nacional ecuatoriana. ¿Con qué objeto? Para que la teología fuera una reflexión a propósito de los problemas que vive el pueblo ecuatoriano. Para que la evangelización tratara de ser una respuesta a esos mismos problemas. Para que el Congreso Eucarístico no fuera simplemente una manifestación multitudinaria y triunfalista, sino la celebración del acontecimiento salvador y la acepta¬ción del compromiso con tareas liberadoras.

Hechas estas aclaraciones, se resolvió tomar ocasión del acontecimiento que celebra el Ecuador para una intensificación de la labor evangelizadora que ya viene realizando la Dióce¬sis. Y concretamente, se resolvió dar el primer paso organi¬zando una semana de reflexión sobre el tema "Evangelización", a la que se invitaría a sacerdotes, religiosas y principalmen¬te seglares. En estos días, nos encontramos realizando esta semana. El colegio de las Religiosas Salesianas nos ha ofreci¬do uno de sus salones para la realización de este tipo de reuniones. Están concurriendo alrededor de un centenar de participantes. Oportunamente daré a conocer los resultados de esta semana.

Mientras tanto, la labor misionera entre los campesinos continúa. En estos mismos días, se ha realizado un curso para la formación bíblica de catequistas indígenas y nos proponemos realizar esta clase de cursos durante todo el año.

2. "El año de la evangelización".- ¿Qué significa esta expre¬sión? ¿Querrá decir que la evangelización debe realizarse exclusivamente durante este año 1974? De ninguna manera. La evangelización es tarea permanente. No podemos limitar a un tiempo la proclamación del Evangelio.

¿Estamos dispuestos a entregarnos a esta labor permanente de evangelización? De otra manera, la labor podría parecerse a la acción de encender fuegos pirotécnicos: encantan a la muchedumbre que los contempla mientras duran las luces de colores, pero luego sobrevienen las tinieblas. Sólo ha quedado humo en el ambiente. Por lo mismo, la labor evangelizadora no debe ser el fruto del entusiasmo de un momento. Por lo mismo también, no debe ser espectacular y deslumbradora. Tiene que ser una labor constante y humilde.

¿Cómo podemos realizar esta labor evangelizadora perma¬nente? Si somos de verdad cristianos, encontraremos en nuestra vida tiempos que podemos dedicar expresamente a esta tarea. Por más ocupados que seamos, siempre podemos encontrar siquie¬ra una hora semanal para este trabajo. Así se expresaron algunos de los participantes en la semana que estamos reali¬zando. Pero no faltaron voces que aclararon diciendo que de esta manera no es tan permanente que digamos la labor evange¬lizadora. Añadieron que la evangelización tenemos que hacerla durante toda nuestra vida, que el testimonio de nuestra vida debe ser evangelizador en dondequiera que nos encontremos, sea en nuestros hogares, sea en nuestros lugares de trabajo. Los primeros cristianos, cuando fueron perseguidos y encarcelados, aprovecharon de esta misma circunstancias para predicar a Cristo. Dispersos por causa de la persecución, llevaron el nombre de Cristo a todos los lugares a donde tuvieron que ir para huir de sus perseguidores. Conducidos a los tribunales, allí predicaron a Jesucristo resucitado. Encarcelados y enca¬denados, a los mismos guardianes y verdugos predicaron el nombre de Cristo. Así tiene que ser nuestra vida.

Efectivamente, el cristiano evangeliza por medio de la palabra y por medio del testimonio de su vida. Tal vez no siempre es posible hacer uso de la palabra y en este sentido pueden tener razón quienes afirman que hay que encontrar momentos para la evangelización. En cambio nuestro testimonio debe ser permanente: en nuestras reuniones familiares, mien¬tras realizamos nuestro trabajo cotidiano, en nuestras mismas recreaciones... en todo momento, nuestro comportamiento puede hablar claramente de Cristo.

Además, debemos tomar en cuenta que todos necesitamos evangelizarnos permanentemente. Es importante que lleguemos a la convicción de que no somos nosotros los evangelizadores y que los demás son los que deben ser evangelizados. Nos evange¬lizamos unos a otros. Quizá quienes creemos conocer suficien¬temente a Cristo llegaremos a aprender lecciones maravillosas de los más humildes, de los más pobres, de los que llamamos ignorantes.

De lo que llevamos dicho, se desprenden dos lecciones. Debemos estar ansiosos de evangelizarnos a través de cualquier contacto con otras personas, a través de los ejemplos de vida que nos dan muchísimos hermanos. Debemos asimismo estar conven¬cidos de la necesidad de la comunidad. Cuando las gentes vean que vivimos en comunidad, que nos amamos unos a otros, que nos ayudamos en cualquier circunstancia, que superamos toda clase de divergencias, estarán en condiciones de poder descubrir la razón de esa vida comunitaria, es decir, estarán en condicio¬nes de poder descubrir a Cristo.

3. ¿Qué es evangelización? - Los participantes en la semana dieron una cantidad apreciable de respuestas. La primera de todas fue que evangelizar es comunicar la Buena Nueva de la salvación traída por Jesucristo.

Pero también se dijo que evangelizar era construir la Iglesia nueva, que evangelizar era construir el hombre nuevo y la sociedad nueva, que evangelizar era entregar a Cristo a nuestros semejantes, que era dar a conocer a Jesucristo resu¬citado, que era dar a conocer el misterio de Cristo, que era promover nuevas generaciones...

En todas las respuestas se utilizó el calificativo "nue¬vo". Señalo este particular, porque luego nos va a servir para una reflexión muy interesante.

Empezamos analizando la primera respuesta y nos pregunta¬mos: ¿qué quiere decir "Buena Nueva"? ¿En qué consiste esta Buena Nueva?

Desde hace un tiempo a esta parte, los periódicos del país llenan las primeras páginas con las noticias del petró¬leo. ¿Serán éstas una buena nueva? Depende. Bien puede suceder que la aparición del petróleo en territorio ecuatoriano, en vez de ser una buena nueva, sea una mala nueva.

Hace pocos días, estuve reunido con los habitantes de una comunidad indígena. En el transcurso de la conversación, les pregunté si querían llegar a ser ricos. Sin vacilación alguna me contestaron que no. Su respuesta y su actitud me impresio¬naron mucho. Procuré ahondar en la respuesta. Ellos dijeron casi despectivamente que para qué ser ricos, que lo único que les interesaba era sacar de su trabajo lo necesario para su vida. Concretamente, dijeron que les interesaba tener lo nece¬sario para comer y vestirse, tener agua potable evitar enfer¬medades, contar con su escuelita para la educación de sus hijos...

La aparición del petróleo en territorio ecuatoriano ha transformado al Ecuador de un país pobre en un país que recibe mucho dinero. El diario "El Comercio" de Quito publicó no hace mucho tiempo un editorial en el que habla del complejo del "nuevo rico". ¿En qué consiste este complejo? Consiste en el fenómeno de transformación repentina del hombre que fue pobre y que, por un golpe de la fortuna, por un loteriazo, de la noche a la mañana se encontró con sumas ingentes de dinero en sus manos. ¿Qué hacer con tanto dinero? Como no estaba acos¬tumbrado a administrar sensatamente sumas tan grandes, se dedica malgastarlas en fiestas, en adquisiciones de artículos suntuosos o inútiles. Esto mismo, decía el articulista, puede pasar con el país. Hay mucho dinero. No se sabe en qué gastar¬lo. Se despiertan ambiciones desmedidas. Se hace propaganda de artículos de lujo, inútiles para satisfacer las auténticas necesidades de la vida. Atraídos por el oro negro, afluyen al país cantidades cada vez más grandes de extranjeros que aspi¬ran a hacerse ricos o hacerse más ricos de lo que ya son. Se produce así una verdadera invasión extranjera, cultural, económica, religiosa. Esta invasión extranjera acaba por destruir los valores propios del pueblo y no contribuye ni siquiera a la rehabilitación económica de ese mismo pueblo. Todo lo contrario, las brechas entre ricos y pobres se hacen más y más hondas. Se produce el fenómeno de la urbanización acelerada. Se dice que actualmente la ciudad de Quito cuenta ya con un millón de habitantes. El abandono de los campos y la invasión de los centros urbanos, produce el suburbio con todas sus miserias de criminalidad, de prostitu¬ción, de hambre, de marginación, de dependencia... Entre otras, éstas podrían ser las razones para pensar que la aparición del petróleo no es una buena noticia.

El Evangelio, en cambio, es una Buena Noticia, es la verdadera Buena Nueva, es el acontecimiento que llena la historia de la humanidad. Efectivamente, Cristo es la Buena Nueva. Y Cristo es el Hijo de Dios hecho hombre. Detengámonos a pensar tranquilamen¬te en lo que significa esto: la inmensidad de Dios reducida a las dimensiones de un hombre; la bondad de Dios al alcance de nuestros ojos y de nuestro entendimiento; la perfección de Dios asumiendo todas nuestras miserias y limitaciones, menos la miseria del pecado, haciéndose nuestro hermano, para sal¬varnos. Pensando en esta realidad es como podemos adivinar que el misterio de Cristo es el único verdadero acontecimiento.

Evangelización es proclamar con entusiasmo esta Buena Noticia. A partir de la comprensión del significado de la frase "Buena Nueva", ya podemos comprender las otras respues¬tas que se han dado: evangelizar es construir la iglesia nueva, es decir, la reunión de creyentes en Cristo, la reunión de hombres que en cierta manera prolongan a través del tiempo y del espacio la misión salvadora de Cristo. Así se comprende mejor el anhelo de crear el hombre nuevo, de edificar la sociedad nueva, el impulso para que nazcan generaciones nue¬vas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario