EL MÉTODO DE MONS. LEONIDAS PROAÑO (2)
“El pecado está socialmente estructurado. El pecado está también mentalmente estructurado. Tenemos una mentalidad de pecado y tenemos unas estructuras sociales de pecado.”
Mons. Leonidas Proaño.
PLAN PASTORAL DE LA IGLESIA DE RIOBAMBA (1972)
¿En que consiste este plan? Al hablar de estrategia, he dicho ya que tenemos en cuenta el Reino de Dios como nuestra utopía. Un plan debe trazar líneas concretas. Por esto, hemos señalado las dos primeras grandes líneas expresadas en estas palabras: partimos del conocimiento de la realidad hacia la consecución de la liberación integral del hombre concreto del Chimborazo y hacia la edificación de la Iglesia como comunidad comprometida con esta liberación.
Cuando decimos que partimos del conocimiento de la realidad, en la práctica estamos iniciando nuestro proceso. No nos contentamos con conocer la realidad por simples informaciones de estudios realizados por sociólogos, por antropólogos o por otros especialistas. Nos esforzamos por meternos en ella, por sentirla en carne propia, junto con la gente. No vamos al pueblo como curiosos investigadores. Vamos al pueblo para concientizarnos mutuamente, para descubrir en su profundidad toda la realidad humana, en lo que tiene de positivo y en lo que tiene de negativo. Pretendemos descubrir la situación de pecado, no como una teoría, sino como una realidad viva. El pecado está socialmente estructurado. El pecado está también mentalmente estructurado. Tenemos una mentalidad de pecado y tenemos unas estructuras sociales de pecado.
Dije que iniciamos así un proceso de concientización mutua con el pueblo. Al mismo tiempo, iniciamos también un proceso de evangelización mutua.
El proceso de concientización y el proceso de evangelización nos llevan a buscar cómo organizarnos. Llegamos a ser conscientes, por una parte, de nuestra incapacidad de liberarnos solos y, por otra parte, de nuestra vocación comunitaria. La organización que nos corresponde es la comunidad cristiana, la concreción de la Iglesia en grupos de hombres que se comprometen a ser seguidores de Cristo, discípulos suyos.
También hemos adquirido, dentro de este proceso, la conciencia de que se producirán enfrentamientos entre ese mundo de pecado y el propósito de establecimiento del Reino. No hay posible conciliación entre estos dos mundos. De hecho, tenemos ya muchas experiencias de enfrentamientos.
…
Dentro de esos grandes lineamientos, el plan de acción pastoral de la Diócesis está llamado a ser abierto y dinámico. La realidad de suyo es cambiante. Debemos esperar que nuestra acción contribuya también al cambio. Esa misma realidad cambiante nos va mostrando necesidades concretas a las que hay que responder adecuadamente.
MARCO TEÓRICO DE LA IGLESIA DE RIOBAMBA (1979)
Fruto positivo de esa evaluación (febrero – marzo, 1979) y de las largas discusiones que hemos tenido e inclusive de las divergencias que surgieron es el marco teórico que orienta actualmente el plan pastoral de la Iglesia de Riobamba. Creo conveniente transcribirlo íntegramente. (Por motivo de espacio no lo publicamos totalmente)
1. Punto de Partida
Para la realización del trabajo pastoral, en la Diócesis de Riobamba, partimos del conocimiento de la realidad. El conocimiento de la realidad es el punto de partida para la planificación y, por consiguiente, para el trabajo mismo.
Para conocer la realidad del pueblo:
1. Hay que ir al pueblo mismo, en un proceso de acercamiento;
2. Hay que ir a verla, en lo posible, con los ojos del pueblo, en un clima de confianza y de diálogo;
3. Hay que acostumbrarnos, por lo mismo, a escuchar, en una actitud de aprendizaje;
4. Hay que aspirar a sentirla, en carne propia, mediante un esfuerzo de encarnación que conviene sea graduado de acuerdo a nuestras condiciones de aguante físico y psicológico;
5. Hay que reflexionar, con el pueblo, para una profundización en el conocimiento, haciéndonos preguntas sobre las causas, las circunstancias y las posibles consecuencias;
6. Hay de ampliar y globalizar, con el pueblo, el conocimiento que se va adquiriendo, por medio de reuniones de intercambio y por medio del estudio de libros y de publicaciones.
Partir de la realidad significa dar todos estos pasos, sin olvidar ninguno.
2. Punto de llegada
La planificación pastoral y el consiguiente trabajo pastoral deben tener una finalidad última. Debemos saber a dónde vamos.
Preguntémonos, entonces:
Si ya sabemos cuál debe ser nuestro punto de partida, ¿hacia dónde nos encaminamos? ¿Cuál debe ser nuestro punto de llegada? ¿Para qué nos dedicamos al conocimiento de la realidad del pueblo? ¿Cuál es la finalidad?
Como somos cristianos. la Fe nos enseña que nuestra finalidad es: EL REINO DE DIOS. Nos encaminamos hacia el Reino de Dios.
Y. ¿qué es el Reino de Dios?
ES DIOS MISMO QUE SE NOS DA, QUE SE NOS ENTREGA, EN SU HIJO, JESUCRISTO, gratuitamente, por amor.
El Reino de Dios es Reino de Gracia, porque Dios nos ama sin merecerlo nosotros: nos ama gratuitamente, porque, en fuerza de ese amor, Dios nos hace donación de Sí mismo, gratuitamente, en su Hijo, Jesucristo.
El Reino de Dios es Reino de Vida, porque Dios es la Vida, y nos envía a su Hijo Jesucristo, para que tengamos Vida y la tengamos en abundancia.
El Reino de Dios es Reino de Verdad, porque Dios es la Verdad, y nos envía a su Hijo Jesucristo, para que caminemos en la luz y no en las tinieblas.
El reino de Dios es Reino de Amor, porque Dios es amor, y nos envía a su Hijo Jesucristo, para que aprendamos a amarnos los unos a los otros, como Él nos ha amado, hasta dar la vida por sus amigos.
El Reino de Dios es Justicia, porque Dios es la Justicia, y nos envía a su Hijo Jesucristo, para que conquistemos la paz que es el fruto de la Justicia.
El Reino de Dios es Reino de Libertad, porque Dios es la Libertad, y nos ha enviado a su Hijo Jesucristo, para que la Verdad nos haga libres, y, como hijos de un Dios que es el Dios de la Libertad, seamos también libres.
El Reino de Dios es Reino de Gozo, porque Dios es la Felicidad, y nos ha enviado a su Hijo Jesucristo, para hacernos partícipes de su Felicidad, de la Felicidad Eterna.
Por lo dicho, aparece claramente que el reino de Dios es enteramente lo contrario del Reino de este mundo, pues el conocimiento de la realidad nos muestra que el Reino de este mundo está hecho de EGOISMO, de MUERTE, de MENTIRA, de ODIO, de INJUSTICIA, de GUERRA, de DOMINACIÓN, de TRISTEZA y ANGUSTIA.
3. Objetivos Generales
La Fe es, de parte de Dios, esta donación, esta entrega que Él nos hace de Sí mismo, en su Hijo Jesucristo, tal como acabamos de recordarlo.
La Fe es, de parte nuestra, la aceptación de esta donación, la aceptación de Jesucristo, con todas sus consecuencias.
La aceptación de Jesucristo nos compromete a trabajar incansablemente por la implantación de este Reino de Dios en el Mundo, lo cual trae consigo duras luchas.
Así, empiezan a perfilarse los objetivos generales del Plan Pastoral de la Diócesis d Riobamba, en dos sentidos: en relación con la Iglesia, en relación con la sociedad. Y decimos que la Fe, entendida como aceptación de Jesucristo, nos compromete:
1. A trabajar en la edificación de la Iglesia, desde los pobres y con los pobres, para que sea comunidad, pueblo de Dios, signo expresivo del Reino;
2. A aportar todo lo posible a la construcción de una Sociedad Nueva que sea anticipo del Reino de Dios en la tierra.
Jesucristo recibió de su Padre la misión de salvar al mundo.
Jesucristo cumplió su misión haciéndose pobre y con los pobres.
Jesucristo encargó a su Iglesia continuar su misión de la misma manera: "Así como me envió mi Padre, así les envío Yo a ustedes". (Juan 20,21).
Lo primero, en la intención, es la salvación del mundo. Lo primero, en la ejecución, es la edificación de la Iglesia. Esto quiere decir que nos dedicamos a la edificación de la Iglesia como signo del Reino de Dios, para poder contribuir así a la construcción de un mundo nuevo que sea también signo del Reino.
4. Objetivos Específicos
Entre el punto de partida, la realidad, y el punto de llegada, el Reino de Dios, hay un largo y duro camino. L realidad es muy cercana. El Reino de Dios se muestra muy lejano. Sin embargo, el Reino de Dios nos atrae, nos llama, nos motiva, nos comunica ánimo y entusiasmo.
Los objetivos generales se muestran un poco más cercanos, pues vivimos en el seno de la Iglesia y vivimos en el mundo. Pero nos preguntamos todavía: ¿Qué es construir la Iglesia? ¿Qué es contribuir a la construcción de un mundo nuevo, de una sociedad nueva?
Estas preguntas reclaman respuestas más concretas. En busca de estas respuestas, dirigimos la mirada, tanto a la finalidad y a los objetivos generales, como a la realidad desde donde iniciamos el camino.
Si prestamos atención a lo que sucede, en estas últimas décadas, descubrimos en la marcha de la Iglesia, la novedad de las Comunidades Cristianas de Base, y, en la marcha de la Sociedad, la presencia activa de la organización popular.
Así, se va despejando el camino.
Edificar la Iglesia, desde y con los pobres, es, entonces, trabajar por la formación, multiplicación y consolidación de Comunidades Cristianas de Base y por otros tipos de Comunidades Cristianas.
Y contribuir a la construcción de una Sociedad nueva es hacernos activamente presentes en el seno de la organización popular, allí, en donde existe, o promoverla en donde no existe.
Estos son, en el Plan Pastoral de la Diócesis de Riobamba, los objetivos específicos, más concretos, más al alcance de la mano.
sábado, 5 de septiembre de 2009
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