sábado, 19 de septiembre de 2009

Envío Nº 32: FUNDAMENTO DE LA OPCIÓN POR LOS POBRES (I PARTE)

Fundamentos de la Opción por los Pobres

Mi querido hermano de Sacerdocio Párroco de Huaca, Señor Teniente Político, Señor Presidente del Centro Cultural y queridos amigos aquí presentes.

Voy a hablar con ustedes sencillamente como se me ha pedido, a dejar unas palabras de siembras, siembras del Evangelio; si se me ha invitado a venir a Huaca, como se me ha invitado a ir a otras partes del país, es principalmente porque, como se lo he recordado ya ahora, ha habido un trabajo durante más de 30 años al frente de la Diócesis de Riobamba en favor de los más pobres, de los indígenas. Trabajo duro, trabajo difícil, pero consolador. Por eso me parece que convendría que en ésta noche yo les hablara de los fundamentos de la opción de los pobres, como lo dijo la Conferencia Episcopal de Puebla, la Iglesia hizo allí una opción por los pobres, una opción preferencial. Cuales son los fundamentos, llamémosles Teológicos, de esa opción por los pobres, recordemos a grandes rasgos: Dios es el creador de todas las cosas, El creó el mundo, el universo, creó nuestra tierra con todas las riquezas que ella contiene, fue como una especie de preparación para la creación del hombre, después de que hizo todo cuanto nosotros conocemos y muchas cosas que no conocemos todavía, entonces Dios se dijo a si mismo, hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; retengamos bien éstas palabras, “a nuestra imagen y semejanza” e hizo al hombre, pero este hombre abusó de su facultad de ser libre y se introdujo por este abuso del hombre, se introdujo el pecado en el mundo. A partir de allí la historia de la humanidad es una historia de muchas tristezas. Si consideramos esa historia asimismo a grandes rasgos, vemos que hay muerte, la primera historia triste que nos cuenta la Sagrada Escritura, es el asesinato, el fratricidio cometido por Caín en su hermano Abel, porque, porque el sacrificio de Abel era grato a los ojos de Dios, en cambio el sacrifico de Caín no era grato la los ojos de Dios, no lo dice la Biblia, pero muy probablemente no era grato el sacrificio de Caín a los ojos de Dios porque podía ser un sacrificio interesado muchas veces puede ocurrirnos también a nosotros, que hacemos actos religiosos, actos de piedad, actos de devoción, más bien por interés antes que por un auténtico servicio a Dios, y así se manchó la tierra, con sangre humana, derramada con la sangre de un mismo hermano y podemos ir viendo que a lo largo de la historia de la humanidad, la guerra ha constituido el hecho culminante de esa historia, es una historia desde ese punto de vista, de vergüenza para la humanidad, guerras, matanzas, asesinatos y juntamente con eso el surgimiento de la ambición, de la ambición de riquezas de la ambición de poder, la ambición de riqueza anda del brazo con la ambición de poder político y como consecuencia de esa ambición de poder económico y de poder político, ha sobrevenido una especie de división de la humanidad, unos que hacen todo lo posible para enriquecerse, para captar el poder económico y con el poder económico, el poder político, a costa de la explotación y la opresión de otros seres humanos dominados por ellos, ya en el antiguo testamento, encontramos que Dios se muestra favorable hacia los pobres, hacia las viudas, hacia los huérfanos, hacia los extranjeros que quizá emigran a otro País en busca del pan para saciar su hambre, en la Biblia en el Antiguo Testamento, leemos toda la Historia de la Liberación del Pueblo de Israel, que fue sojuzgado por los faraones, cuando se aparece El Señor a Moisés en la cumbre de una montaña, le dice “he visto la opresión de mi pueblo he escuchado el clamor de mi pueblo y he bajado para liberarlo”, y en prueba de que ha bajado para liberarlo, le da a Moisés una Misión muy difícil, preséntate ante el Faraón y dile que deje marchar libremente a mi pueblo hacia el desierto, para que allí me ofrezca Sacrificio; el corazón del Faraón se endurece, sucede todo lo que conocemos de las diez plagas de Egipto, hasta que al final el Faraón permite, al menos transitoriamente que el pueblo de Israel, salga de la opresión de Egipto, se arrepiente el Faraón arma sus ejércitos, y va en persecución del pueblo y conocemos de igual manera la intervención del Señor, en el paso del mar rojo, como ampara al pueblo que está conquistando su libertad, no vamos a extendernos en ésta historia del pueblo de Israel, de la liberación del pueblo de Israel, la hemos recordado así brevemente. Pero esa preferencia de Dios por el pobre, se hace presente a través de los Profetas, los Profetas levantan su voz con una valentía extraordinaria, diría yo, hasta con una dureza de lenguaje poco común en contra de los poderosos, en contra de los que quebrantan los Mandamientos de Dios, que se fundamentan en el Amor al Prójimo, en el amor al más pobre, así prepara El Señor El Día De la Salvación, va preparando su pueblo y el día de la salvación llega, con la Encarnación del Verbo de Dios. Aquí quiero detenerme un poco más, San Pablo nos dice en una de sus cartas, hablando de Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre y esa es la verdad, si hemos empezado esta noche hablando de la Creación del Mundo, es La Palabra de Dios, es el Verbo de Dios quien actuó en esa Creación del Mundo. En la Biblia encontramos que dice: Dijo Dios, habló Dios, sea la luz y la luz fue, por lo mismo éste Jesús en el que creemos los cristianos, es la Palabra de Dios, es El Verbo de Dios, por el cual según dice San Juan fueron hechas todas las cosas y nada de cuanto existe ha sido hecho sin El. Este es El Hijo de Dios , El Verbo de Dios, el que ha hecho tantas cosas, tantas riquezas, de suyo es pues rico, por eso dice San Pablo, “siendo rico se hizo pobre”; se hizo pobre al tomar la naturaleza humana, al tomar un cuerpo como el que tenemos nosotros, un cuerpo con tantas limitaciones, al tomar una sensibilidad como la nuestra, al hacerse capaz de sentir hambre, de sentir sed, de sentir cansancio, Jesús experimentó el hambre, experimentó el cansancio, la fatiga, experimentó sed, recordemos para comprobarlo. Dice el Evangelio que Jesús se quedó sentado junto al brocal del pozo de Jacob, mientras iban sus discípulos a comprar pan, en la población vecina Samaria, fatigado estaba, no podía continuar caminando con ellos, Él se quedó a descansar allí, ellos fueron a comprar pan, porque tenían hambre, pero Jesús sentía también sed y por eso es que cuando se acerca la mujer samaritana, Jesús le dice: dame de beber, dame un vasito de agua; la mujer le replica, cómo tú siendo judío, me pides a mí que soy samaritana que te de beber y entabla un diálogo, tampoco nos vamos extender en ese diálogo, nada más que queda claro que allí se demuestra que Jesús experimentó fatiga, cansancio, sus piernas ya no le daban más para continuar caminando, se sentó a descansar. Él tenía hambre como tenían también sus compañeros de viaje y experimentaba sed, se hizo humano como nosotros, San Pablo dice, asumió todas nuestras miserias, menos la del pecado, se hizo pobre… y se hizo pobre no solamente en el sentido de haber tomado nuestra naturaleza humana tan frágil, tan débil, tan proclive a sentir muchas necesidades; sino que se hizo pobre entre los más pobres, porque Él quiso nacer en un hogar pobre, quiso nacer en Belén, no siquiera en una casita, sino en un pesebre. María y José eran pobres, José todos sabemos y le reconocemos como un humilde artesano, como un artesano de pueblito pequeño, allí creció Jesús y cuando le tocó ya a la edad más o menos de treinta años, salir al público para predicar la Buena Nueva de Salvación, ¿de quienes se rodeó?, se rodeó de pobres, ¿qué eran sus discípulos qué eran sus apóstoles? pobres, escogidos entre humildes pescadores y si podemos decir que hubo alguien que fuera rico: Mateo, Zaqueo, él entró en el Colegio Apostólico, en el grupo de los apóstoles de Jesús, después de que renunció a la riqueza, después de que dijo, voy a devolver todo lo que he robado y voy a repartir la mitad de mis bienes, a los pobres, así él ingresó en el grupo de pobres. Y Jesús subió en la montaña y predicó allí su famoso Sermón de la Montaña y qué es lo que dijo: “Bienaventurados los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos”. Podría alargarme más comprobando cómo Jesús nuestro Salvador, el Hijo de Dios hecho hombre, se hizo pobre y vivió con los pobres, se rodeó de pobres, pero creo que debemos detenernos para hacer algunas reflexiones. Empecé diciendo que la Iglesia Latinoamericana, reunida en Puebla, aprobó ese capítulo en el cual se habla de la opción preferencial por los pobres. En esto la Iglesia de América Latina, no ha hecho otra cosa sino, reorientar la línea del Evangelio, aplicarla a nuestra realidad Latinoamericana; por lo mismo aplicarla a nuestra realidad ecuatoriana, cuando se aprobó ese documento en Puebla, me llené de alegría ¿por qué? Porque en la Diócesis de Riobamba, habíamos hecho esa opción por los pobres desde un comienzo, la documentación de Puebla fue como una comprobación o una aprobación de algo que ya veníamos haciendo…Y quiero decirles luego que los pobres una vez que se les anuncia esa Buena Nueva de Salvación que Cristo proclamó en la Sinagoga de Cafarnaún, “he sido ungido y enviado para predicar la Buena Nueva a los pobres, para dar la vista a los ciegos, para proclamar también la liberación de los oprimidos” y se aplicó así mismo esa Profecía de Isaías, Él nos estaba enseñando, que la Buena Nueva hay que predicar a los pobres, pero lo que quiero añadir es lo siguiente: están haciendo muchos elogios, ahora mismo las palabras que se han pronunciado, son de elogio para mi persona y yo les digo con toda sencillez y con toda verdad, no soy yo él que merece esos elogios, no, de ninguna manera, si bien es verdad que fui a la Diócesis con ese anhelo de proclamar la Buena Nueva a los pobres y de que hemos hecho con mis colaboradores: Sacerdotes, Religiosas, Seglares, hemos cumplido con esa Misión encargada por Cristo, los pobres nos han devuelto con creces. Hay una frase que recorre el mundo y que dice que los pobres nos evangelizan, esa misma Conferencia de Puebla dice que hay que aprovechar del potencial evangelizador de los pobres, yo puedo decir que eso lo hemos vivido en carne propia, he podido comprobar cómo los pobres, cómo los indígenas analfabetos muchos de ellos, han captado el mensaje del Evangelio, han captado la profundidad del mensaje del Evangelio, lo entienden, lo comprenden. Un día hizo Jesús una Oración y dice el Evangelio que cuenta esto que Jesús se estremeció al hacer esa Oración, y la oración consistió en éstas palabras: “Padre” dirigiéndose a Dios, “Padre yo te bendigo porque has revelado todas éstas cosas a los pequeñitos, a los pobres”, diríamos ahora a los analfabetos, a los más despreciados, a los que han sido precisamente despreciados por una sociedad rica; les has revelado todas éstas cosas y las has ocultado a los poderosos a los que se llaman entendidos. Esto digo yo que lo he comprobado, en cantidad de veces, que los pobres como que recibieran una revelación de lo Alto del Padre que está en los Cielos, captan el Mensaje Evangélico con una claridad extraordinaria, pero no solamente que captan el Mensaje, luego lo viven, lo ponen en práctica. Jesús dijo: que no basta con escuchar la palabra de Dios, sino que hay que ponerla en práctica. Ellos lo han entendido perfectamente bien, cuando he visto indígenas que una vez que recibieron la Luz de esta revelación de la Palabra de Dios, indígenas pobres, pobrísimos, trabajar el doble del tiempo, irse a trabajar en la zafra, en los ingenios de azúcar, un mes, dos meses, trabajando duramente y ahorrando todo lo que más podían, de la ganancia que podían obtener allí, para poder atender a su familia y dedicar luego un mes entero, a realizar un trabajo de evangelización de las comunidades indígenas a donde iban, no solamente a su propia comunidad, sino a otras comunidades. Nos están dando ejemplo, viven el Evangelio, por eso el pobre nos evangeliza…


CONTINUARÁ…

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