lunes, 3 de mayo de 2010

Envío 118: HACIA LA RECONSTRUCCIÓN DEL VIVIR BIEN Ponencia de David Choquehuanca, Canciller de Bolivia en el Simposio Pueblos y Sumak Kawsay


FUNDACIÓN PUEBLO INDIO DEL ECUADOR
Constituida por Mons. Leonidas Proaño
fpie@fundacionpuebloindio.org

Hacia la reconstrucción del Vivir Bien (II Parte)

David Choquehuanca Céspedes
Canciller del Estado Plurinacional de Bolivia

Bajar la palanca…

En este marco, instamos a los países industrializados bajar la palanca para el futuro, sustituir los actuales modelos energéticos y de desarrollo e ilimitado crecimiento económico, limitar el consumo irresponsable, el derroche de recursos naturales y la generación de basura que contamina y daña a la Madre Tierra,

Les instamos a restaurar a la Madre Tierra a su estado y dinámica normal, devolver y restituir las tierras, territorios, aguas, bosques, hielos marinos y sitios sagrados que hayan sido arrebatados a los Pueblos Indígenas, y que, en consecuencia, han limitado el acceso a nuestra forma de vida tradicional y han expuesto nuestras tierras a condiciones que contribuyen al cambio climático.

Reconstituir su fuerza de dar vida de la mujer indígena

En el Vivir Bien, habrá un nuevo varón/mujer, un chachawarmi en interacción y armonía con la pacha en comunidad. Entre las mujeres y hombres, que somos semejantes diferentes, podamos disminuir nuestras visiones distintas y fortalecer las visiones que nos unen para volvernos más semejantes que diferentes, para guiarnos más por el hemisferio derecho del cerebro que por el hemisferio izquierdo, más por el corazón que por la razón.

Encontrando la armonía entre todas y todos, la complementariedad y el vivir en común-unidad desde los valores ancestrales de convivencia con la pacha, el papel de la mujer originaria indígena se está volviendo cada vez más imprescindible. Al dejar de ser tratadas como víctimas, dependientes, menores de edad, la sabiduría de las mujeres y su fuerza de DAR VIDA y criar la vida constituye una inestimable alternativa para las generaciones futuras.

Hacer funcionar nuestra propia salud, educación y comunicación

Con iniciativas propias desde las comunidades y también con apoyo desde el gobierno, en nuestras comunidades podemos comenzar a hacer funcionar nuestra propia salud a partir de cómo siempre nos hemos mantenido sanos, donde la salud de la comunidad es tan importante como la del cuerpo y donde abundantes alimentos sanos libres de químicos es nuestra medicina.

Frente al crecimiento de un consumo cada vez más manipulado, reconstruyamos la producción de alimentos domésticos, sanos, que no nos esclavicen a las tiendas de autoservicio, ni a enfermedades degenerativas como la diabetes, los problemas del corazón o el cáncer. Prevengámonos contra enfermedades antes que buscar medicamentos para curarlas, y usemos nuestras propias medicinas naturales que no curan una enfermedad creando otra, y así recuperemos el vasto conocimiento indígena.

Comencemos a hacer nuestra propia educación, o más bien nuestra propia comunicación, a partir del aprendizaje que siempre hemos dado a nuestros niños en nuestras comunidades a partir de las prácticas y responsabilidades comunales y sociales, aprendizaje comunal por medio del cual creamos energía comunal y aprendemos en el trabajo diario, en esa escuela social que es la comunidad, que no podemos vivir fuera de la vida comunal. Más que educación, recuperemos nuestra propia comunicación, fortalezcamos la verdadera comunicación entre papá e hijo, entre alumnos y profesores.

Impulsar los Diez Mandamientos (Síntesis mío)

Para lograr esta reconstrucción del Vivir Bien ante la amenaza a la Madre Tierra y las demás crisis, Bolivia inicia un hilo de lucha con la propuesta de Diez Mandamientos para salvar al planeta, a la humanidad y a la vida, basados en el Vivir Bien, en la vivencia de nuestros pueblos, en nuestra visión sobre la Madre Tierra. Proponemos compartir y debatir estos mandatos entre nuestras comunidades, nuestras organizaciones, para que de manera conjunta busquemos cierto equilibrio en el mundo.

Entre los más importantes mandatos, el Primero es acabar con el sistema capitalista vigente, inhumano, con su desarrollo industrial ilimitado, si queremos salvar al planeta tierra para salvar la vida y la humanidad, ya que nos trae egoísmo, individualismo, hasta regionalismo, la sed de ganancia, la forma de vivir en lujo, sólo pensar en el lucro y no jamás en la armonía entre los seres humanos que vivimos en el planeta tierra.

Segundo es renunciar a la guerra, porque de las guerras no ganan las naciones sino las transnacionales.
Debemos decir a nuestros países que terminen, acaben, renuncien a esa industria de la muerte que es la guerra, que inicien el desarme para garantizar la preservación de la vida del planeta, que renuncien al intervencionismo, la soberbia y el autoritarismo de unos países a otros países, que destinen los trillones de millones que se destinan a la guerra para curar a la madre tierra que está herida por el cambio climático.

El cuarto punto está orientado al tema del agua, el agua como un derecho humano y de todos los seres vivientes de este planeta. Hasta sin luz podemos vivir, sin foco, sin energía podemos vivir, pero no podemos vivir sin agua, porque el agua es vida, un recurso natural de vivencia. Vivimos un modelo económico que nos trae cambio climático en las fuentes de agua. Nuestros nevados, glaciares, montañas van desapareciendo, la sequía está provocando la desforestación.

Como quinto mandato, debemos buscar cómo acabar con el derroche de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil creada durante millones de años. Como algunos presidentes reservan tierras para automóviles de lujo y no para el ser humano, para agrocombustibles, que causa problemas en las economías familiares de las distintas regiones del mundo, debemos crear una conciencia en nuestras naciones para que la tierra beneficie a los seres humanos, implementar políticas para frenar los agrocombustibles y de esta manera evitar hambre y miseria para nuestros pueblos.

Otro mandato es el respeto a la Madre Tierra, porque la tierra es nuestro hogar y nuestra vida. El sistema capitalista trata a la Madre Tierra como una materia prima, pero la tierra no puede ser entendida como una mercancía, ¿quién puede privatizar o alquilar a su madre? Propone al mundo organizar un movimiento internacional en defensa de la Madre Naturaleza, un movimiento que permita defender la vida, recuperar la salud de nuestra Madre Tierra y recuperar la forma de vivencia en armonía con ella, salvar al planeta tierra para salvar a la humanidad.

Luego proponemos acabar con el consumismo, el derroche de recursos naturales y el lujo, la emisión de gases de efecto invernadero y la generación de basura que contamina y daña a la Madre Tierra, consumir nomás lo necesario, priorizar lo que producimos y consumimos localmente, para que millones y millones no mueran de hambre cada año mientras millones de dólares se gastan para combatir la obesidad del otro polo de la sociedad.

El penúltimo punto apuesta a estados plurinacionales donde todos estemos al interior de éstos, blancos, morenos, negros, todas y todos, respetando nuestras diferencias, no solamente fisonómicas, también económicas, con economías manejadas por las comunidades, las asociaciones, hasta por la propiedad privada, pero sin permitir el saqueo a nuestros recursos naturales o la explotación a nuestros hermanos.
Como último y décimo mandato, planteamos el Vivir Bien, no vivir mejor a costa del otro sino en armonía entre hombre y mujer y con la Madre Tierra, respetando las formas de vivencia de la comunidad, Vivir Bien en comunidad.

Derechos de la Madre Tierra

Al declararse el Día Internacional de la Madre Tierra el 22 de abril de 2009, Bolivia convoca a seguir el hilo de lucha trazado desde los Diez Mandamientos en el marco del sexto mandato y hace un llamado al mundo de que ha llegado la hora de reconocer que la tierra no nos pertenece, sino que más bien nosotros pertenecemos a la tierra, que la misión de los seres humanos en el mundo es velar no sólo por sus propios derechos sino también que tenemos responsabilidad con la Madre Tierra y todos los seres.

Como una medida para lograr ello, propone a los 192 gobiernos de las Naciones Unidas consensuar una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra, de asumir nuestra responsabilidad de mantener la Armonía con la Naturaleza. Este planteamiento fue adoptado como resolución de la Asamblea General de la ONU el 21 de diciembre de 2009 e incorporada como subtema a su agenda de debates del 65 período de sesiones el 2010, donde sea analizada la ruptura del equilibrio entre los seres humanos y la Madre Tierra.

Esta Declaración debe ser basada en los siguientes cuatro principios:

1. El derecho a la vida, que significa el derecho a existir. Los humanos tenemos que reconocer que también la madre tierra y los otros seres vivos tienen derecho a existir.

2. El derecho a la regeneración de su biocapacidad. La actividad humana en el Planeta y el desarrollo no son infinitos. Consumiendo o derrochando más de lo que la Madre Tierra es capaz de reponer o recrear, estamos matando lentamente nuestro hogar.

3. El derecho a una vida limpia, que significa el derecho de la Madre Tierra a vivir sin contaminación.

4. El derecho a la armonía y al equilibrio con todos y entre todos y todo. Es el derecho a ser reconocida como parte de un sistema del cual todo y todos somos interdependientes. Es el derecho a convivir en equilibrio con los seres humanos.

Asumir nuestra responsabilidad con la Madre Tierra

Pero, más allá de hablar de derechos de la Madre Tierra, lo más importante es asumir nuestra responsabilidad con la Madre Tierra, con el equilibrio de la naturaleza, con la capacidad de autorregulación de Madre Tierra, de la vida, de asegurar y mantener en equilibrio las condiciones de existencia de sí misma y la armonía del planeta.

Siendo parte de la naturaleza, siendo los hijos, los uywas de la Madre Tierra, siendo hermanas y hermanos con el viento, las estrellas, las plantas, la piedra, el rocío, los cerros, las aves, el puma, a nosotros los seres humanos, nos toca ir más allá que poner en papeles supuestos derechos de la naturaleza, de la Madre Tierra, firmar convenios, elaborar constituciones o leyes del hombre, nos toca cumplir las Leyes de la Naturaleza, fortalecer la vida armónica entre hombre y naturaleza, cuidar a la Pachamama.

Cuando nuestros padres nos enseñan que debemos respetar, honrar y obedecer a nuestra madre, a nuestros padres, no podemos creernos capaces de otorgar derechos a la Madre Tierra, a la naturaleza, conforme las Leyes del Hombre, sino nos toca regirnos por las Leyes de la Naturaleza, asumir nuestra responsabilidad con la Madre Tierra.

Referéndum mundial para que los pueblos resuelvan

Ante la grave irresponsabilidad de los jefes de Estado de no ponerse de acuerdo en la 15ª Conferencia sobre el Cambio Climático en Copenhague sobre cómo resolver el cambio climático y la Crisis Global, sobre cómo salvar la vida de la Madre Tierra y la humanidad, seguimos nuestro hilo de lucha, planteando someter el nivel de presidentes a los pueblos, dejar la decisión en manos de las naciones y pueblos del mundo, proponer de manera concreta a las Naciones Unidas hacer una consulta a los pueblos del mundo por medio de un referéndum mundial.

Están en debate dos formas de vida, dos formas de vivencia, dos culturas, la Cultura de la Vida y la Cultura de la Muerte. Está en debate el Vivir Bien y el vivir mejor. Frente al Vivir Bien, que es vivir en complementariedad entre las personas y en armonía con la naturaleza, está el vivir mejor, que significa vivir a costa del otro, explotando al otro, saqueando los recursos naturales, violando a la Madre Tierra.

Para decidir cuál de estas dos visiones es la mejor forma de vivencia, planteamos que las decisiones sean de todos y no de pocos. Con la confianza de que nuestros pueblos sabemos nuestros problemas y los del país y del planeta, pero también las respuestas a éstos, proponemos un referéndum mundial con las siguientes cinco preguntas, donde los pueblos en todos los países definirán Sí o No de manera vinculante:

Primero.- ¿Está usted de acuerdo con restablecer la armonía con la naturaleza reconociendo los derechos de la Madre Tierra?

Segundo.- ¿Está usted de acuerdo con cambiar este modelo de sobreconsumo y derroche, que es el sistema capitalista?

Tercero.- ¿Está usted de acuerdo con que los países desarrollados reduzcan y absorban sus emisiones de gas invernadero de manera doméstica para que la temperatura no suba más de un grado centígrado?

Cuarto.- ¿Está usted de acuerdo en transferir todo lo que se gasta en las guerras y destinar un presupuesto superior al presupuesto de defensa para el cambio climático?

Quinto.- Y como quinto punto: ¿Está usted de acuerdo con un tribunal de justicia climática para juzgar a quienes destruyen la Madre Tierra?

Conferencia Mundial de los Pueblos

Al darnos cuenta que los presidentes no vayan a resolver nada por los pueblos del mundo, hacemos una llamada a nuestros pueblos, convocándonos a organizarnos, a tomar conciencia, a unirnos, a movilizarnos para acabar con los modelos occidentales de desarrollo, única manera de salvar a la humanidad y al planeta tierra.

Llamamos a todas las naciones del planeta a una gran movilización en defensa de la naturaleza y convocamos a una Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático en Cochabamba, Bolivia, del 19 al 22 de abril de 2010, Día Internacional de la Madre Tierra, a llevarse en Bolivia. En esta Conferencia se discutirá la organización del referéndum mundial de los pueblos sobre el cambio climático y cómo seguir impulsando el cuidado del planeta y la defensa de la Madre Tierra.

Participarán presidentes de varios países, representantes de movimientos sociales e indígenas y especialistas en estos temas para analizar las causas de los peligros que se ciernen sobre el planeta por la irracional industrialización, amenazando de colocar al mundo al borde de su extinción.

Salvar al planeta tierra para salvar a la humanidad

Encaminemos juntos nuestros destinos, asumamos juntos la voluntad y responsabilidad del Vivir Bien que nos han legado nuestros ancestros, para reconstruir entre todos la hermandad que vivían nuestros abuelos en Abya Yala, construir de manera horizontal la cultura de la paciencia, la cultura del diálogo y fundamentalmente la Cultura de la Vida.

Forjemos la comprensión, cooperación y los lazos de hermandad entre nuestros respectivos pueblos, naciones soberanas y estados, para hacer de este nuevo milenio un milenio para defender la vida y salvar al planeta tierra, para salvar a la humanidad, respetar y defender a la Pachamama con el fin de lograr la sustentación y preservación de nuestro planeta Tierra.

Aprovechemos a leer las arrugas de nuestros mayores antes que se mueran, porque en estas nuestras bibliotecas andantes están las experiencias y la sabiduría para recuperar la Cultura de la Vida, forma de vida que no es dependiente del consumo excesivo de energías no renovables que emiten gases de efecto invernadero sino que se basa en la relación armónica hombre naturaleza.

Quito, 27 de enero del 2010

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